
De La Amistad al saqueo: Coahuila también sangra agua

El gobierno federal tiene sed… pero no precisamente de justicia.Esta vez, la urgencia es de agua. No para cultivos ni para hidratar a la gente. No, la prisa es para cumplir con el Tratado de Aguas de 1944 y enviarle su cuota líquida a los Estados Unidos.
Claro, ¿cómo no quedar bien con los vecinos del norte? Muy fácil: ordeñando las presas del norte , aunque ya estén casi vacías, y lo que queda de agua sea más lágrima que sustancia.
Mientras Donald Trump montaba su circo con aranceles, deportacionesy el Golfo de México, en silencio se fraguaba otra jugada: el agua como moneda de cambio para presionar a México. En la Cuarta Transformación, hasta la sequía tiene partido.
Tamaulipas ya dijo que no, y lo dijo claro. Sin vueltas ni ambigüedades. Y eso que los Villarreal no son precisamente un modelo de transparencia. Pero dejaron claro que su lealtad es con López Obrador, no con Claudia Sheinbaum. Aunque se les olvida que la presidenta trae bajo el brazo compromisos con los «novios del bienestar«:
- Américo Villarreal Jr., como súperdelegado en Coahuila
- Y una heredera: Cecy Guadiana, que busca concretar el sueño de su padre: gobernar Coahuila. Ahí puede haber una grieta… y no precisamente hídrica.
En Coahuila, en cambio, la institucionalidad parece más fuerte que el caudal del río Bravo.
el gobernafor,Manolo Jiménez Salinas levantó la voz —suave, pero firme— para respaldar al alcalde de Acuña, Emilio de Hoyos Montemayor, ante el robo líquido de la presa La Amistad.
Y es que las cifras asustan: de 18 a 120 metros cúbicos por segundo, una extracción masiva para cumplir con Washington, mientras la presa agoniza con apenas el 12% de su capacidad.
Manolo hace gestiones, conversa con Conagua, se reúne, exige… pero nunca incomoda.
Porque aquí, lo que no se negocia es la buena relación con el centro, aunque eso signifique vaciar presas mientras los ciudadanos llenan cubetas.
Mientras el norte se ahoga en conflictos, en La Laguna seguimos esperando que el agua «milagrosa» del programa Agua Saludable para Todos nos llegue algún día para todos..
La promesa sigue ahí… lo que no llega es el agua. y cuando llega, viene sucia, intermitente… o acompañada de un recibo que parece cotizado en Wall Street.
La presa Lázaro Cárdenas (El Palmito) apenas alcanza el 26% de su capacidad, pero para la Conagua, eso debe ser solo un charquito en el mapa. El programa, dicen, sigue en pie, aunque ya se recortó un 90% la extracción. A este paso, el próximo boletín será: “Agua Saludable para Nadie”. Pero si fuera por el gobernador de Durango, Esteban Villegas, no dudaría en conectar directamente esta presa hasta la frontera con tal de quedar bien con la 4T.
En Torreón, el consumo de agua per cápita triplica lo que recomienda la OMS.
¿Hay campañas de concientización? No.¿Inversiones reales en captación de agua pluvial? Tampoco.
Aquí, el único flujo constante es el de las excusas oficiales.
Y no olvidemos lo que pasó en Chihuahua, en 2020, la disputa por la presa La Boquilla dejó muertos, heridos, protestas.Murió Jessica Silva, a manos de la Guardia Nacional.
¿La justicia? Como el agua, sigue sin llegar. Pero las promesas secas, esas, se multiplican.
🔹 Un gobierno federal que juega a ser buen vecino… pero con el agua ajena.
🔹 Un gobierno estatal que protesta… pero con el volumen bajo.
🔹 Y una ciudadanía que, cada vez que abre la llave, no sabe si saldrá agua… o solo un recordatorio de que el sistema sigue seco.
Porque en México, cuando el agua escasea, lo único que nunca se evapora… son los discursos.
Y ya sabemos cómo funciona:
las alianzas duran hasta que la dignidad se evapora… o hasta que la presa se vacía.
Lo que pase primero.