
Familia de El Chapo Guzmán se entregan a EU

En un hecho sin precedentes, Griselda López Pérez, madre de Ovidio Guzmán, y 16 familiares directos del narcotraficante Joaquín «El Chapo» Guzmán, se entregaron voluntariamente a las autoridades estadounidenses el pasado 9 de mayo. El grupo cruzó la frontera por el puerto de entrada de San Ysidro, en Tijuana, portando maletas de lujo y al menos 70 mil dólares en efectivo. Entre los entregados se encuentran una hija del Chapo, un nieto identificado como Archibaldo, varios sobrinos y un yerno.
Fuentes con acceso a inteligencia binacional sugieren que esta entrega podría estar vinculada a un posible acuerdo de colaboración de Ovidio Guzmán con las autoridades estadounidenses, en el cual cambiaría su declaración de no culpable a culpable en su próxima audiencia programada para el 6 de junio. Como parte de este acuerdo, Ovidio habría solicitado garantías de seguridad para su familia, quienes residían en Jesús María, Sinaloa.
La operación de entrega fue vigilada por agentes federales y al menos un francotirador, lo que indica la importancia y el riesgo asociado al traslado de los familiares. Este movimiento ha sido interpretado por analistas como un posible síntoma de debilidad del grupo de los «Chapitos» o una señal de que la guerra interna en el Cártel de Sinaloa podría intensificarse.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, reconoció la veracidad del reporte difundido por medios, pero aseguró que no hay información oficial entregada por el Departamento de Justicia de Estados Unidos a la Fiscalía General de la República (FGR), a pesar de la obligación bilateral de compartir datos de casos extraditados o en investigación. «Se está solicitando a través de la fiscalía la información correspondiente», declaró Sheinbaum.
Este episodio genera nuevas interrogantes sobre el futuro del Cártel de Sinaloa y las divisiones internas que podrían recrudecerse con la salida de escena de toda la familia directa de Ovidio. La entrega voluntaria de los familiares de Guzmán podría marcar un punto de inflexión en la lucha contra el narcotráfico en México y en la dinámica interna de uno de los cárteles más poderosos del país.