
Diputados iraníes queman la bandera de EE.UU. en Parlamento y lanzan amenazas nucleares

Irán. – La tensión internacional escaló dramáticamente este miércoles tras una escena que rápidamente dio la vuelta al mundo: diputados iraníes incendiaron una bandera de Estados Unidos dentro del Parlamento, mientras coreaban «¡Muerte a EE.UU.!» y lanzaban amenazas relacionadas con el uso de armamento nuclear.
El acto simbólico, difundido por medios estatales y replicado por periodistas en redes sociales, ocurrió en un contexto de creciente confrontación entre Irán, Israel y Estados Unidos, a raíz de los recientes bombardeos israelíes sobre instalaciones militares iraníes.
Escalada retórica y advertencias nucleares
Durante la sesión parlamentaria, algunos legisladores elevaron el tono del discurso nacionalista, asegurando que «cualquier agresión será respondida con fuerza», al tiempo que hacían referencias a «todas las capacidades estratégicas de defensa», incluyendo el programa nuclear iraní.
En paralelo, el líder supremo de Irán, Ayatolá Alí Khamenei, lanzó un mensaje desafiante: rechazó las exigencias de rendición promovidas por el expresidente estadounidense Donald Trump, quien recientemente pidió la “rendición incondicional” del régimen iraní. Khamenei advirtió que una intervención directa de Estados Unidos “ocasionaría daños irreparables”.
Contexto: conflicto abierto y riesgo nuclear
- El acto de quema de bandera se dio tras seis días consecutivos de ataques israelíes contra objetivos iraníes, con reportes de decenas de muertos y daños en infraestructura clave.
- Irán ha prometido represalias “contundentes y sin advertencia”.
- Estados Unidos ha reforzado su presencia militar en el Golfo Pérsico, mientras llama a sus aliados a contener la situación.
- La comunidad internacional ha expresado preocupación por el tono de las amenazas nucleares, reactivando el debate sobre el programa nuclear iraní y la vigencia del Tratado de No Proliferación.
- El Parlamento iraní planea sesionar en formato cerrado para discutir una “respuesta proporcional”. Mientras tanto, la diplomacia global observa con tensión y precaución los movimientos de Teherán y Washington.
