Atención alcalde: errores de comunicación que hunden la credibilidad en Torreón

Esta columna va dedicada directamente al alcalde Román Alberto Cepeda y a sus funcionarios cercanos.

En Torreón, la comunicación institucional no informa: entretiene. Y a veces, humilla.

Esta semana, varios funcionarios municipales despertaron creyéndose estrellas de la mañana… y terminaron siendo memes del día. ¿La razón? Un experimento de comunicación presentado por Yohan Uribe#LordFragmentado, que ni Kafka se hubiera atrevido a imaginar: entrevistas “a modo” que no existieron, entrevistas reales que salieron mal, ante una nula estrategia funcional.

Todo comenzó con una supuesta «nueva estrategia mediática» que él prometió serviría para desviar la atención de las acusaciones del senador morenista Luis Fernando Salazar contra el Ayuntamiento de Torreón. La idea: entrevistas diarias a directores en distintos medios de comunicación.
La realidad: un desfile de funcionarios acicalados, ensayados… y plantados.

Uno de los momentos más tristes (o hilarantes, según se vea) lo vivió el propio alcalde Román Alberto Cepeda, quien acudió puntualmente a Multimedios Laguna este jueves esperando una alfombra roja… y salió con el ego hecho trizas. Preguntas lógicas de un periodista con criterio y una narrativa que no se alineó al guion del Fragmentado, que él presumía tener bajo control.

Y si Román sufrió, Juan Adolfo Von Bertrab, director de Obras Públicas, vivió una comedia de enredos. Acudió al Siglo de Torreón como quinceañero a su sesión de fotos, pero —¡oh sorpresa!— no estaba en la lista. Lo peor no fue el desaire, sino el pretexto que recibió después: una salida cobarde por parte de Uribe, quien además condicionó a los medios: “Si no me cumples, te retiro el convenio”. Vaya nivel de arrogancia, incluso pidió que fueran a su oficina al primer piso de presidencia.

Pero esto no termina con un par de entrevistas fallidas. La traición, como el café barato, se siente hasta el fondo. Directores que confiaban en su “equipo” se enteraron de que eran carne de cañón en la estrategia de Lady Fayuca y la «querida síndica» Natalia Fernández, quien ahora juega en dos bandos: uno con el alcalde, y otro con la intriga palaciega.

Esta semana, como consignamos en la columna del jueves, la andanada fue contra el gerente del SIMAS y el secretario del Ayuntamiento, Pepe Ganem, quien —ironías de la vida— defiende a Yohan pero tiene atravesada a Lady Fayuca desde que compartían escritorio en Prevención del Delito. En Presidencia, como en el ajedrez, el peligro no siempre viene de enfrente… a veces lo tienes a dos escritorios de distancia.

Cuando la estrategia se vuelve boomerang, en comunicación política los errores se pagan caro: pérdida de credibilidad y desconfianza ciudadana. El «equipo» de Torreón parece coleccionar fallas como cromos: dependencia excesiva de asesores sin experiencia real, que priorizan la simulación mediática sobre soluciones; uso de lenguaje técnico y jerga institucional que nadie entiende; no anticipar crisis, enterándose de escándalos por WhatsApp, tarde y mal; un tono arrogante que solo provoca rechazo; y estrategias sin rumbo claro que hablan de lo que no importa, en los canales equivocados, a audiencias que ni pidieron escucharlas, disparándose ellos mismos en el pie.


Un verdadero equipo de Comunicación Social debe ser ágil, sensible, con olfato político y calle. No puede actuar como monarca medieval que exige pleitesíamediática Se requiere honestidad, pluralidad y, sobre todo: inteligencia.

Porque el problema aquí no es solo de forma. Es de fondo. Y si el fondo está fragmentado, el mensaje también.

“Los verdaderos amigos te hieren con la verdad, para no destruirte con la mentira.”
Lo leí de pequeña y se quedó conmigo. Porque sí, la verdad duele… pero solo cuando estás viviendo una mentira.

Aquí hemos insistido muchas veces: tengan cuidado, porque quienes filtran la información muchas veces son ustedes mismos, no una lista de supuestos soplones. Cuídense las espaldas… y, sobre todo, cuídense del mismo espejo.

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