
Reforma judicial en Coahuila: ¿avance auténtico o simulacro de modernidad?

- Congreso de Coahuila aprueba reforma integral al Poder Judicial, con elección popular de jueces.
- Se crean nuevos órganos como el Tribunal de Disciplina y el Órgano de Administración Judicial.
- Trabajadores judiciales protestan por exclusión y posibles imposiciones políticas.
- Se incorpora justicia digital y perspectiva de género, pero sin ruta clara ni presupuesto garantizado.
El Congreso local de Coahuila avaló una reforma “integral” al Poder Judicial de Coahuila que presume democratización, modernización y justicia accesible. Pero entre vítores institucionales y pancartas de protesta, la pregunta queda en el aire: ¿se fortalece la justicia o se la debilita desde dentro?
Saltillo.- Con 22 votos a favor y 4 en contra, el Congreso del Estado de Coahuila aprobó la reforma al Poder Judicial que, entre otras medidas, permitirá que jueces y magistrados sean elegidos por voto popular, por periodos de 9 años, con opción a reelección.
También se instauran nuevos órganos internos como el Tribunal de Disciplina Judicial y el Órgano de Administración Judicial, además de una Escuela de Formación Judicial. Y como cereza digital, se promete una justicia más ágil con procesos en línea y perspectiva de género obligatoria en las resoluciones.
La narrativa institucional apunta hacia una transformación histórica. Sin embargo, no todo es aplauso y fotografía oficial: trabajadores del Poder Judicial protestaron fuera del Congreso, portando pancartas y exigiendo ser escuchados. Su principal reclamo: que la reforma fue cocinada desde las alturas, sin diálogo real con quienes sostienen diariamente la justicia en Coahuila.
Entre los puntos que más polémica generan está el voto ciudadano para elegir jueces. Una medida que, en teoría, empodera a la población; pero en la práctica puede abrir la puerta a intereses partidistas y campañas disfrazadas de toga y martillo.
Además, la propuesta no contempla una estrategia clara de implementación. No hay cronograma detallado, reglas de operación para las nuevas instancias, ni recursos etiquetados para la digitalización de procesos judiciales.
Alineada con la reforma federal, Coahuila corre para “cumplir”, pero sin preguntar si los cimientos estaban listos. ¿Se transforma el sistema de justicia o solo se cambia el envoltorio? ¿Realmente se mejora el acceso ciudadano, o se burocratiza con más estructuras sin alma ni operación?
Las reformas estructurales no se miden por el tamaño del boletín de prensa, sino por su impacto en la vida cotidiana. Si la justicia sigue siendo lenta, cara e inaccesible, esta modernización será un espejismo más en el desierto político.
Y mientras tanto, la carrera electoral…
Y mientras tanto, la carrera electoral.
Como complemento a esta transformación judicial, el Congreso también aprobó reducir la duración de las campañas políticas en Coahuila, de 45 a 30 días, con la idea de disminuir costos y fomentar una contienda más ágil.
Pero el recorte en tiempo plantea otro reto: ¿se logrará mayor información y participación ciudadana o simplemente una contienda más superficial y dominada por los partidos fuertes que ya tienen estructura? La reforma judicial en Coahuila tiene potencial para ser un paso histórico, pero sólo si se construye desde la base, con diálogo real, transparencia y un blindaje institucional que evite la politización del Poder Judicial.
Elegir jueces por voto popular es revolucionario, sí, pero sin mecanismos claros para evitar intereses oscuros puede convertirse en la peor puerta giratoria de la justicia coahuilense.
Porque la justicia, como la confianza, no se impone: se gana.
La reforma judicial en Coahuila podría ser un paso histórico… si se construye desde el piso y no desde el púlpito político. Elegir jueces por voto popular suena revolucionario, pero sin blindajes institucionales, podría ser una peligrosa puerta giratoria. La justicia, como la confianza, no se impone: se gana.