Sheinbaum exonera a Peña por Pegasus y FGR persigue a la jueza del caso

Ciudad de México. – El caso Pegasus —ese símbolo incómodo del espionaje político en México— resurge con fuerza en el discurso público. Claudia Sheinbaum, en su papel de presidenta, defendió al expresidente Enrique Peña Nieto afirmando que no hay pruebas formales ni una acusación directa en su contra. Lo que parecía un intento de poner paños fríos al escándalo, terminó encendiendo aún más la sospecha: la FGR abrió una investigación contra la jueza que intentó mantener vivo el caso.

Peña Nieto, por su parte, respondió desde España a los señalamientos:

“Me entregué a servir a México con responsabilidad y amor por mi país. Jamás he recibido sobornos ni ordenado actos de espionaje en contra de periodistas, defensores de derechos humanos ni opositores.”

Pero mientras Peña limpia su nombre en medios, la justicia mexicana parece ir contra quienes intentan esclarecer los hechos.

FGR investiga a la jueza incómoda

De manera sorpresiva, la Fiscalía General de la República abrió una carpeta de investigación contra la jueza federal que ordenó reabrir la indagatoria del caso Pegasus, bajo el argumento de presuntas irregularidades administrativas en su actuación.

La señal es clara: en México, investigar el espionaje es más riesgoso que ejecutarlo.

Esta medida fue interpretada por organismos civiles como un acto de intimidación judicial. La Red en Defensa de los Derechos Digitales (R3D) y Artículo 19 advirtieron que la FGR está desviando la atención del fondo del caso, atacando a quienes buscan justicia.

Espionaje con etiqueta oficial

El malware Pegasus, de origen israelí y desarrollado por NSO Group, fue usado durante el gobierno de Peña Nieto para espiar a periodistas, defensores de derechos humanos y activistas. Las pruebas son abundantes: informes técnicos, víctimas identificadas, y coincidencias en los números intervenidos. Sin embargo, no hay un solo alto funcionario procesado.

La presidenta Sheinbaum declaró:

“No se puede acusar sin pruebas, y hasta donde sé, no hay acusación formal contra Peña Nieto.”

Espionaje militar en Durango

En paralelo, el espionaje tampoco fue exclusivo del gobierno federal. En diciembre de 2020, el Citizen Lab de la Universidad de Toronto reveló que la Secretaría de Marina y el gobierno de Durango utilizaron software espía para intervenir comunicaciones, operando desde dominios oficiales como semar.gob.mx y durango.gob.mx. Tampoco aquí hay responsables.

En México, el espionaje no solo persiste: evoluciona, se institucionaliza y goza de impunidad. La postura de Sheinbaum representa prudencia política, pero también perpetúa el mensaje de que las estructuras del poder no se tocan.

Mientras las víctimas exigen justicia, el sistema responde con represalias a los jueces, blindaje mediático al expresidente y silencio procesal en la FGR.

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