Con el apagón… qué cosas (sí) suceden

Versaba la Jarocha de Yuri que «con el apagón, qué cosas suceden», y Torreón lo confirmó. Este martes, minutos antes de las 11 de la mañana, alguien bajó el switch… pero no el de la cordura política, ese se perdió hace años. Nos referimos al apagón literal en la Presidencia Municipal de Torreón, que dejó a empleados, funcionarios y contribuyentes en penumbras —aunque la oscuridad moral ya venía instalada desde antes.

La escena fue tragicómica: mientras unos se preguntaban si la CFE les había cortado la luz por falta de pago, otros, en el primer piso, temían por sus tablets, iPhones o lentes de marca, todavía pagando en abonos chiquitos.
«Hola, presidencia, ¿les cortaron la luz?», se leía en decenas de mensajes de WhatsApp, como si se tratara de un call center en quincena.

Dicen por ahí que el único que supo aprovechar la oscuridad fue el tesorero Óscar Luján, a quien, según los chismes de pasillo, se le quedó la mano en la caja registradora —¿será el calor, la costumbre o la falta de supervisión?— mientras otros empleados se preguntaban si el próximo pago se iría directo a cubrir el recibo.

En algunas oficinas aplicaron el clásico «ya vámonos, no vaya a ser el diablo», y dieron salida libre.
¿Y la planta de luz? Bien, gracias. Dicen que no funciona. Otros, con humor negro, aseguran que ya la empeñaron.

Más tarde, como ya es costumbre en esta administración, llegó un comunicado mal redactado desde las oficinas tensas de Comunicación Social —que desde el fin de semana traen sus propios apagones internos— y ahora, sin electricidad, ni ChatGPT pudieron usar para pulir el texto.

El 0l Municipio culpó directamente a la CFE por una “interrupción del servicio en la zona centro”, aunque la paraestatal permanece en silencio, pese a que ya había advertido de posibles apagones en el norte del país.
Tampoco hubo justificación técnica ni gestión preventiva… sólo una sombra de excusas.

Entre lo poco rescatable del boletín, se informó que:

  • Las cajas municipales cerraron durante toda la jornada.
  • Los semáforos del Centro, o al menos una parte, colapsaron y personal de Vialidad tuvo que hacerla de semáforo humano.
  • El SIMAS reportó pozos fuera de operación, aunque milagrosamente no faltó agua (por ahora).
  • A quienes se les vencía el “pronto pago”, les sellaron las boletas… para cuando regrese la luz. Y la vergüenza también.
  • Lo que no dijeron fue el caos en el estacionamiento del área de Garantías, donde se pagan multas y placas, y el tráfico se volvió otro infierno más.

Mientras tanto, el caos se impuso. Porque una cosa es que falle la luz… y otra muy distinta es que se confirme que también está fallando el sentido común administrativo.

Y no, no hay reporte oficial de que la planta de emergencia esté en Monte de Piedad, pero tampoco lo han desmentido.
Con el apagón… qué cosas suceden.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *