El ocaso de los improvisados: #Fragmentado usando a «Bobe» y #LadyFayuca en decadencia

En el ajedrez político de Torreón hay piezas que ni siquiera saben que ya están jugando. Roberto Escalante, joven gerente de SIMAS, parecía ser una de esas: discreto, alejado del reflector, “enviado” para levantar una paramunicipal que, en años recientes, fue sinónimo de cobros excesivos, fugas eternas… o, peor aún, de ser la caja chica del Municipio.

Pero como dicen en las buenas series: el poder nunca se queda vacío. Y cuando hay orden, autonomía y silencio, siempre llega alguien a ensuciar la paz.

Al que no le llegó el manual de las lealtades —ni el de los límites éticos— fue a Yohan Uribe (#LordFragmentado), jefe de Comunicación Social. Aunque su perfil debería ser el de un conciliador, en la práctica opera como mercenario comunicacional, ansioso por monetizar cada contrato, video, boletín, columna… hasta cada respiro de la administración.

Desde que Escalante asumió la gerencia de SIMAS, la dependencia recuperó autonomía comunicacional. Y eso, para el fragmentado y su todavía segunda —#LadyFayuca— fue un golpe directo a sus finanzas: se les fue la caja chica… y el ego.

Lady Fayuca bajó de categoría: de Temu a fayuca. Ya ni gasolina tiene para su camioneta de agencia —esa que presume más que trabaja—, mientras en Comunicación no pueden apagar ni los incendios que rodean al propio alcalde. Yohan, como si el trienio terminara mañana, intenta meter las manos en SIMAS a través de agencias externas.


Uno pensaría que ya habíamos visto lo más ridículo. Pero no. Su nueva estrategia fue intentar ridiculizar a Escalante llamándolo “Bobe Escalante”. Un apodo débil, infantil, que más bien revela la pobreza creativa y la desesperación operativa del funcionario.

Porque sí: están usando a Roberto, metiéndolo a la grilla sin su consentimiento.
Y eso, en Torreón —capital de las grillas recicladas—, duele más que un bloqueo presupuestal.


Para desestabilizar, Uribe no repara en recursos. en lo que concreta legalmente su medio:Contravía MX Consultoría Integral S.A. de C.V.RFC: CCI2412114B7. Mientras tanto, se apoya en otras —incluida una duranguense— para producir reels sin sentido, venderle a «Bobe» un portal relleno de boletines sin hipervínculos y una cuenta de TikTok más vacía que agenda cultural de domingo.

Para llegar a Escalante, primero le mandó “quesos finos”. Una práctica ya conocida del fragmentado.

En Finanzas Municipales, aplicó la misma fórmula: regaló un kit de cremas finas —supuestamente traídas de París, pero compradas con puntos en Cimaco— a una funcionaria, con la esperanza de justificar el desorden administrativo.

El mismo estilo que usó regalando puros a directivos de El Siglo de Torreón, creyendo que aún dictaban agenda.


Entre tanto caos, la oficina de Comunicación no comunica. No defiende al alcalde. No construye narrativa. No cuida a su gente.

Uribe está más ocupado haciendo alianzas con quienes hace un año tachaba de incompetentes: Toñito Hernández y Jorge Saucedo, con quienes ahora comparte el negocio de las pantallas publicitarias que invaden la ciudad.

Uribe podría quedarse solo. Su segunda #LadyFayuca, atraviesa una caída emocional tan evidente que ni el alcalde ni otros directores le creen ya una sola palabra. Tanto así que contempla como nuevo destino el rastro municipal, redactando boletines sobre carne de bachán.

Dicen que, tras una regañiza de antología, Lady Fayuca tragó su orgullo y ofreció disculpas a Martha Rodríguez —sí, la misma a la que ha criticado por años—. La escena fue digna de telenovela: este miércoles, bajo la lluvia, con el maquillaje corrido, abrazó y besó a la carta fuerte de Román Cepeda para la diputación local. Frente a todos.

La simulación llevada a su clímax. Televisa se quedó corto. Casi tan corta como la escena del fango de Thalía en Marimar.


Desde la Presidencia ya se escucha un susurro que llegó hasta las oficinas de SIMAS:

“Cuidado, Roberto Escalante. No están promoviendo tu perfil… lo están envenenando.”

Porque si alguien debería pensar en renunciar, no es quien trabaja… sino quien estorba. Y además, factura.

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