
Maduro bajo fuego, barcos gringos, rumores de fuga en Venezuela; México en neutralidad

Caracas / Washington / Ciudad de México.– La crisis en Venezuela entró en una fase de máxima tensión. En redes sociales y fuentes de vuelo se reportó la salida de al menos cinco aviones privados desde el aeropuerto internacional de Maiquetía, ubicado a las afueras de Caracas, con destino a la frontera con Colombia. La pregunta inmediata: ¿se trata de un escape de altos mandos del chavismo? El congresista estadounidense Carlos Giménez aseguró ayer que hay “dimisiones y fugas internas” en el régimen de Nicolás Maduro.
En paralelo, Estados Unidos elevó su presión militar en el Caribe. El Pentágono desplegó tres destructores Aegis —USS Gravely, USS Jason Dunham y USS Sampson— junto con 4 000 soldados, bajo la justificación de combatir el narcotráfico. Washington además duplicó la recompensa contra Maduro, a 50 millones de dólares, acusándolo de encabezar el llamado Cartel de los Soles.
La respuesta de Caracas fue inmediata: Maduro movilizó 4.5 millones de milicianos con rifles y misiles portátiles, a quienes prometió armar “para defender la soberanía nacional” frente a lo que calificó como una “provocación imperialista”.
Mientras tanto, México fijó postura. La presidenta Claudia Sheinbaum reiteró el principio constitucional de “no intervención” y pidió resolver la crisis “solo con diálogo”. Rechazó cualquier acción militar estadounidense en territorio mexicano y negó que existan pruebas de un vínculo de Maduro con el Cartel de Sinaloa, como ha afirmado la Casa Blanca: “Si EE. UU. tiene evidencia, que la presente”, sentenció.
En resumen: la salida de aviones privados agita la sospecha de fracturas en la cúpula chavista; Estados Unidos eleva la apuesta con barcos, soldados y recompensas; Maduro responde con milicianos; y México, como suele, busca mantenerse en la diplomacia y la distancia.