
Entre despensas y favores : la política de Protección Civil al estilo Claudia González

Dicen que en política lo importante no es el cargo, sino lo que se carga. Y en el caso de Claudia González, coordinadora de Protección Civil en La Laguna, el chisme no descansa.
En los pasillos de la dependencia circula la versión de que muebles y cajas enteras han encontrado transporte de lujo en camionetas oficiales: algunas manejadas por subordinados de confianza. Nadie sabe si se trata de mudanzas o inventario de Protección Civil, pero lo cierto es que los traslados despiertan sospechas. De hecho, no hace más de dos semanas el Hotel Holiday Inn le regaló muebles que ella mandó a su noataría .
Los rumores van más allá: aseguran que una de sus casas remodeladas se ha convertido en vitrina inmobiliaria, con la compra de predios aledaños para expandirse. Mientras tanto, muchos se preguntan si revisa las tres quintas que adquirió mientras trabajaba arduamente en Catastro, algunas descritas como bodegas improvisadas, donde se resguardan desde botellas pedidas a SIMSA, hasta vales de gasolina y balones al Santos Laguna. Todo ello bajo su deseo de ser candidata a una diputación local.
Y hablando de despensas, nadie olvida la historia de la empresa Elamex: el 5 de marzo ocurrió un incendio en sus instalaciones del Parque Industrial Las Américas,. La empresa recibió una multa y, de paso, habría entregado 500 despensas a la oficina de la coordinadora.
El estilo personal de la funcionaria también genera comentarios: se le ve con escoltas, chofer e incluso una masajista personal, incorporada en nómina como “personal de limpieza” pero para su notaría. Además, le asignó un vehículo Corolla color vino, traído desde Saltillo, lo que dio pie a la broma de que solo falta un paramédico para completar el “combo” de Protección Civil. Si la seguridad no mejora, al menos la circulación sanguínea está garantizada.
Los relatos más oscuros apuntan a que, en una sola noche, se retiraron cajas repletas de evidencias de una oficina, que después habrían terminado en cenizas. Thriller político local, con camionetas chocadas y celulares confiscados a visitantes bajo la consigna: “sin grabar, por favor”. Incluso se dice que se presenta como vicegobernadora ante empresarios, mientras que muchos dueños de bares la evitan por temor al “pase de charola”.
Y ni qué decir del Hospital Hidalgo, a cuyos médicos amagó con multas elevadas por falta de señalamientos. Lo que se preguntan los doctores es por qué no se había dado cuenta de esas observaciones cuando le solicitó rebajarle la cuenta hospitalaria para atender a un hijo.
Mientras tanto, entre rumores, carcajadas de pasillo y anécdotas de sobremesa, la coordinadora sigue firme en su cargo. Y aunque su encomienda es prevenir riesgos e incendios, en lo político parece jugar con fuego. Como es su costumbre, le encanta agasajar a su gente en eventos, infiltrando a sus amistades. Pero para el concierto de Shakira le limitaron los accesos: cuatro para su personal y siete extras, entre ellas su exnuera.
Porque, a fin de cuentas, en Protección Civil la máxima es clara: primero se salvan los muebles… luego lo demás.
