
Entre el lodo y la rabia: damnificados de Veracruz acusan a Nahle de negligencia y a Sheinbaum de tardía reacción
Poza Rica, Veracruz.– Las lluvias torrenciales que azotan el centro y oriente del país desde hace más de una semana han dejado al menos 44 personas muertas, decenas de desaparecidos y miles de damnificados en los estados de Veracruz, Hidalgo, Puebla y Querétaro, según informes de Reuters y AP News. Los remanentes de las tormentas tropicales Priscilla y Raymond provocaron desbordamientos de ríos, deslaves y afectaciones severas en viviendas, hospitales y carreteras.
En el estado de Veracruz, uno de los más golpeados por la emergencia, el desbordamiento del río Cazones arrasó calles enteras en municipios como Poza Rica, Papantla y Cazones de Herrera. Habitantes relatan que las lluvias comenzaron el jueves y que, durante los tres primeros días, no recibieron apoyo de ninguna autoridad. De acuerdo con AP News, varias comunidades permanecieron incomunicadas por más de 72 horas debido al colapso de puentes y caminos rurales.
Durante la visita presidencial de Claudia Sheinbaum Pardo a Poza Rica el pasado domingo, los reclamos ciudadanos se hicieron sentir. Frente a cámaras y personal de seguridad, vecinos increparon a la mandataria por la tardanza en la llegada de brigadas de rescate. “Son tres días donde estaba totalmente inundado y no venía nadie, ni Protección Civil ni el Ejército”, gritó una mujer mientras Sheinbaum recorría la zona devastada, según reportó Latinus. Otro grupo de damnificados le reclamó directamente: “¡No sirves para nada, ni tú ni Nahle!”.
Las críticas no solo fueron dirigidas a la presidenta, sino también a la gobernadora de Veracruz, Rocío Nahle García, quien acompañaba el recorrido. En redes sociales, la mandataria estatal fue señalada por negligencia y simulación mediática, luego de que circularan videos en los que se le observa llegar con cámaras y funcionarios “para la foto”, cuando los habitantes ya llevaban días intentando rescatar cuerpos por su cuenta. Usuarios acusaron que Nahle minimizó la emergencia y no activó a tiempo el Plan DN-III pese a los reportes previos de desbordamiento en la cuenca del río Cazones.
De acuerdo con El Imparcial y Diario de Xalapa, los reclamos se intensificaron cuando Sheinbaum prometió que “nadie quedará desamparado”, mientras brigadas federales y estatales aún no lograban ingresar a varias localidades rurales. Algunos pobladores denunciaron que el apoyo humanitario se concentró únicamente en zonas urbanas, dejando fuera comunidades más afectadas por los deslaves.
La situación humanitaria sigue siendo crítica. Reuters reportó que 18 de las víctimas fallecieron en Veracruz, 16 en Hidalgo, 9 en Puebla y una en Querétaro. Miles de viviendas permanecen bajo el agua y cientos de familias fueron trasladadas a refugios temporales. Las autoridades federales no descartan que la cifra de muertos aumente conforme avancen las labores de rescate.
En la Ciudad de México, las lluvias más intensas de la temporada también provocaron caos: el colapso del sistema de drenaje, inundaciones en vialidades, retrasos en el Aeropuerto Internacional y la suspensión parcial de varias líneas del Metro, de acuerdo con El País.
Organizaciones civiles y analistas han señalado que la tragedia pone en evidencia la falta de planeación y coordinación entre los tres niveles de gobierno, así como la fragilidad de la infraestructura hidráulica del país. Mientras tanto, el descontento social crece en Veracruz, donde los damnificados exigen no discursos, sino respuestas concretas.