
Roberto Escalante inicia su gestión como director general del Sistema Municipal de Aguas y Saneamiento (SIMAS) de Torreón respaldado por un currículum envidiable. Cuenta con maestrías certificadas en Vías Terrestres y Gestión Pública, lo que lo coloca por encima de muchos colegas cuyos títulos aún están «en proceso». Sin embargo, su llegada al cargo no estuvo exenta de controversias y silencios institucionales significativos.
A diferencia de otros nombramientos, su designación pasó desapercibida en los canales oficiales de comunicación social del Ayuntamiento, evidenciando una frialdad institucional que podría reflejar tensiones internas y traicionandosus iniciativas. Incluso en la conformación de la terna de candidatos, Escalante compitió con figuras como Rogelio Visuett Fragoso, quien sigue utilizando el respaldo de Román Alberto Cepeda como escudo para justificar su participación en estos procesos. En el trasfondo, la verdadera disputa se dio entre Víctor Navarro y Juan Adolfo Von Bertrab, quienes finalmente fueron asignados a otras dependencias.
Mención aparte merece Lauro Villarreal, operador político cercano a Román Cepeda, quien estuvo a punto de regresar a SIMAS, aunque sigue «castigado» en la Comisión Estatal de Aguas y Saneamiento (CEAS). Su retorno no se concretó, pero la ironía persiste: SIMAS sigue siendo “la vicealcaldía de Torreón”, una suerte de “caja chica” disfrazada de organismo descentralizado.
Un legado problemático
Escalante hereda un SIMAS plagado de problemas estructurales, financieros y administrativos que comenzaron durante la administración del panista Jorge Zermeño. Entre los principales retos destacan:
- Adeudos históricos con CONAGUA: Una deuda que ha limitado la inversión en infraestructura hídrica.
- Cartera vencida: El rezago en el cobro a usuarios particulares e industriales amenaza la operatividad del organismo.
- Infraestructura obsoleta: La urgencia de una nueva planta tratadora de agua sigue sin resolverse, mientras las promesas se alargan hasta 2025. Además, inversiones como la telemetría parecen haberse desvanecido.
- Denuncias por malos manejos: Doce denuncias contra exfuncionarios de SIMAS permanecen sin resolución, dejando un halo de impunidad que merma la confianza ciudadana.
- El proyecto «Agua Saludable para La Laguna»: Los retrasos y la falta de transparencia continúan siendo un problema en la gestión hídrica regional.
La promesa del alcalde Román Cepeda de abrir «una vía» directa de comunicación quedó rota desde el inicio con las llamadas «mañaneras» del edil priista. En su estreno, traicionó esta iniciativa al omitir informar oportunamente sobre el nombramiento de Roberto Escalante. Sin una estrategia clara de transparencia, la ciudadanía se enteró de la designación únicamente a través de las redes sociales personales del alcalde.
SIMAS como trinchera política
El joven Escalante no solo enfrentará problemas técnicos y administrativos, sino también la politización de un organismo crucial para Torreón. Las herencias de administraciones panistas, priistas y las sombras de operadores políticos como Lauro Villarreal convierten a SIMAS en un campo minado.
El éxito o fracaso de Escalante dependerá de su capacidad para equilibrar las presiones internas y externas, mientras intenta rescatar a un organismo que, hasta ahora, ha sido más conocido por sus controversias que por soluciones efectivas a los problemas del agua en Torreón.