
Cuando gobernar es ignorar: El caso de Torreón

El alcalde de Torreón, Román Cepeda, nos tiene acostumbrados a su indiferencia. Sorprende que esta vez no se haya tomado el jueves y viernes como días de descanso, quizá porque ya tuvo suficiente con el puente del lunes pasado. Físicamente pudo haber estado en la oficina, pero su actitud sigue intacta: distante y ajeno a los problemas urgentes de la ciudad que gobierna por segunda ocasión.
Uno de esos temas que parecen no interesarle es el ataque a agentes de la Fiscalía en el poniente de Torreón. Un hecho de alto impacto que generó temor entre los torreonenses debido a la balacera que se desató. Sin embargo,d la administración de Cepeda apenas lo mencionó como un punto más en la reunión de seguridad municipal, que por cierto, adelantó para los miércoles En el boletín oficial, el incidente violento quedó relegado , sin una postura firme.
Otra prueba de su indiferencia se dio este jueves durante el informe del gobernador Manolo Jiménez en el Grupo de Coordinación Operativa, donde se abordaron temas de seguridad que preocupan a la ciudadanía. Román Cepeda, lejos de mostrarse interesado o comprometido, pasó la mayor parte del evento con gestos de incomodidad y la mirada perdida. ¿Tal vez pensando en cómo le iría a la publicación de laencuesta a modosobre la popularidad de los alcaldes? De ser así, el resultado no fue favorable: el alcalde de Monclova le ganó la posición. Más llamativo aún es que dicha encuesta fue publicada en un medio del Estado de México, como si a los mexiquenses les importara el ranking de los alcaldes mejor evaluados de Coahuila. Estrategias «vende espejos» que poco aportan a la realidad local.
Pero su indiferencia no se limita a Torreón. Cepeda se trasladó a Arteaga para asistir a Ciudad Universitaria y aplaudir el primer año de gestión del rector de la UAdeC, Octavio Pimentel. Un evento socialité sin mayor trascendencia política para Torreón, pero que el alcalde lo consideró más relevante que los problemas de su municipio. Sin embargo, lo que más llamó la atención no fue su presencia, sino el incidente que ocurrió al finalizar el evento. Su fotógrafo de cabecera, en un intento por capturar una imagen con el rector, tropezó con un perro y cayó aparatosamente. Lo preocupante no fue el tropiezo en sí, sino la reacción del alcalde: absoluta indiferencia. Mientras los demás asistentes se preocuparon por el joven, Cepeda apenas volteó a verlo y siguió como si nada.
Ojalá que el compañero de la lente no sea parte del grupo de empleados de comunicación social que fueron embaucados con falsas promesas de aumento salarial por parte del director del área, #LordFragmentado. El recién estrenado funcionario, con viejas mañas, prometió a casi todos sus subordinados incrementos salariales significativos.
Pero llegó la quincena y, como es su costumbre, las promesas quedaron en meras palabras… salvo para su secretaria, una joven sindicalizada que, con méritos, pasó de intendente a asistente particular del director de comunicación social. Su aumento generó el enojo de su pareja laboral y subjefa de prensa, #LadyTemu, quien, fiel a su estilo, estalló al enterarse de que su incremento fue mínimo en comparación con el de la secretaria de su jefe.
El enojo fue tal que sus gritos resonaron hasta en el edificio de Tránsito del Periférico. Lord Fragmentado, como de costumbre, la ignoró. Aquí lo advertimos: esa «luna de miel» era puro fake news.
Ahora, atrapado en su propia paranoia, busca desesperadamente empleados que filtren información desde Presidencia… sin darse cuenta de que el verdadero problema está en casa. Son ellos mismos quienes se delatan, vociferando a los cuatro vientos lo que hacen, lo que ganan y, sobre todo, su descomunal soberbia.