Cepeda y Jiménez ¿se dan el abrazo de Acatempan el beso de Judas?

En política, los abrazos nunca son tan sinceros como parecen. El poder es un juego de escenarios, guiones y actores que se mueven al ritmo que marcan las altas esferas. Así se vivió la toma de protesta de Román Cepeda como alcalde de Torreón, un evento cuidadosamente ensayado donde los reflectores apuntaron, una vez más, al Palacio Rosa de Saltillo. En el Teatro Nazas no hubo sorpresas: las porras fueron para el gobernador Manolo Jiménez, los anuncios millonarios también. Mientras tanto, Cepeda, como buen actor secundario, asistió al espectáculo, sonriente y silencioso. y a la esopera para oficializar «el Club de Toby», aunque muchas no estén tan contentas con la decisión para el gabinete municipal.

Como lo anticipamos en este espacio, , en vísperas de su toma de protesta como alcalde de Torreón, Román Cepeda realizó una visita discreta al Palacio Rosa de Saltillo. Allí, en una reunión a puerta cerrada con el gobernador Manolo Jiménez, se gestaron acuerdos que definirían varios asuntos clave. Entre ellos, la escenificación del esperado abrazo de Acatempan o, mejor dicho, un beso de Judas frente a las cámaras, con la entonación de Coahuila Pa’ Delante como banda sonora del momento.

El evento se desarrolló según lo pactado, con un aplausómetro que favoreció al gobernador. La porra “¡Manolo, amigo, Torreón está contigo!” resonó en el Teatro Nazas, dejando claro que los reflectores no estaban sobre Cepeda. En su discurso, Jiménez fue directo: “Quiero decirte, Román, que cuentas con nosotros, porque(advertencia), como lo comentaste, Torreón y Coahuila son mucho más grandes que nosotros”. Un mensaje que sonó más a recordatorio de jerarquías que a respaldo genuino.

Sin embargo, la dinámica del evento dejó entrever ciertas tensiones. Manolo acaparó los reflectores al anunciar obras para la ciudad por mil millones de pesos. La ceremonia, en lugar de destacar como un acto municipal, parecía más una presentación estatal con Cepeda como espectador secundario. Para intentar equilibrar la balanza, el gobernador enfatizó que era un evento de Román, pero el tono paternalista dejó claro que el control no está en la alcaldía, sino en Saltillo.

Uno de los anuncios más relevantes fue la creación del Consejo Operativo de Seguridad, que sesionará cada jueves en instalaciones militares. Este movimiento refleja que, pese al cambio de administración, el control de la seguridad local seguirá bajo la tutela estatal, con la evidente intención de mantener el mando sobre uno de los temas más sensibles para los torreonenses.

Pero la sorpresa mayor fue para quienes esperaban el anuncio del nuevo gabinete municipal. Román había prometido que ese sería el momento para dar a conocer los nombramientos, pero los asistentes quedaron expectantes. Será hasta el lunes cuando se revele el gabinete, ya sin la presencia del gobernador. En las primeras filas del evento, la escasa presencia femenina suscitó murmullos sobre un posible “club de Toby” en la conformación del equipo municipal. Se sabe que Martha Rodríguez continuará, aunque no en la Secretaría del Ayuntamiento como se esperaba, puesto que esa posición la ocupa, polémicamente, su esposo, José Ganem. Se destaca que sí habrá cambios en áreas significativas como Obras Públicas y SIMAS.

En el evento, la prensa local fue prácticamente excluida. Solo los equipos de comunicación del gobernador y del alcalde tuvieron acceso, mientras que los medios de comunicación fueron tratados casi como intrusos. Esta estrategia, lejos de fortalecer la transparencia, alimenta la desconfianza y las especulaciones. Un inicio que deja más preguntas que respuestas sobre el rumbo que tomará la administración municipal en los próximos tres años.
Posteriormente, a este evento de trámite, se realizó una comida «petit comité» para algunos directores y regidores, junto a Román en el restaurante La Única, en la Cobián.

La toma de protesta de Román Cepeda estuvo marcada por acuerdos previos, promesas millonarias, ajustes de poder en materia de seguridad y una notable opacidad hacia la prensa.

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