La entrega de certificados a encargados de centros de rehabilitación marca un esfuerzo del municipio para profesionalizar y garantizar mejores condiciones para los internos. A pesar de esto, las recientes muertes en anexos de Torreón resaltan deficiencias en la atención médica y el seguimiento de protocolos oficiales, poniendo en evidencia la urgente necesidad de fortalecer el cumplimiento de normativas y garantizar el respeto a los derechos humanos de los pacientes.
- Más de 80 encargados recibieron certificación en cursos de primeros auxilios y consejería en colaboración con el ICATEC.
- Se han documentado al menos cinco muertes en anexos durante 2024.
Torreón.- En lo que va del año, los anexos de Torreón han sido escenario de diversas tragedias, con múltiples muertes que han sacudido tanto a las familias de los internos como a la comunidad en general. Las causas de estas muertes varían, pero entre las más recurrentes se encuentran balazos, falta de atención médica adecuada y las precarias condiciones de algunos centros de rehabilitación. Estos eventos han puesto en evidencia la necesidad urgente de una regulación más estricta y de un sistema que garantice la seguridad y el bienestar de las personas que buscan una oportunidad para rehabilitarse.
La Dirección de Prevención Social del Delito ha reconocido a los encargados de varios centros de rehabilitación en Torreón tras completar un curso especializado en primeros auxilios y consejería. La entrega de certificados forma parte de un esfuerzo más amplio por parte de las autoridades municipales para garantizar el correcto funcionamiento de estos establecimientos y proteger los derechos humanos de quienes se encuentran internados.
Desatención médica: una falla estructural
Una de las causas comunes detrás de las muertes en los anexos de Torreón es la falta de atención médica. En algunos casos, los internos han fallecido debido a complicaciones médicas no atendidas a tiempo, muchas veces relacionadas con los efectos secundarios de las adicciones o por enfermedades preexistentes que no fueron correctamente diagnosticadas. La ausencia de personal médico en muchos de estos centros y la deficiente infraestructura hospitalaria han empeorado la situación, provocando que un número significativo de personas que podrían haber sobrevivido a sus enfermedades no reciban el tratamiento adecuado.
Condiciones de los centros: entre la ilegalidad y la deshumanización
El Estado de Coahuila ha reconocido que muchos de los anexos de Torreón operan fuera del marco de la ley, sin las licencias o la supervisión necesaria. En algunos casos, los centros se han transformado en lugares de abuso, donde la violencia física y psicológica hacia los internos es una constante. Las condiciones de hacinamiento, la falta de higiene, y la escasa capacitación del personal en temas de salud y bienestar, han sido factores que contribuyen a que estas instalaciones no cumplan con su función de rehabilitar a los internos, sino que los expongan a situaciones peligrosas y deshumanizantes.
Reacción de las autoridades
Ante estos hechos, las autoridades locales han comenzado a tomar cartas en el asunto. La Dirección de Prevención Social del Delito de Torreón ha emprendido esfuerzos para regular estos centros, buscando que operen bajo estándares más rigurosos que garanticen la seguridad de los internos. Sin embargo, este proceso ha sido lento y muchas veces se ha visto empañado por la falta de recursos y la resistencia de algunos centros a adaptarse a las nuevas normativas. La reciente capacitación en primeros auxilios a encargados de centros de rehabilitación es un intento por dar un paso hacia la mejora de las condiciones, pero aún queda mucho por hacer para prevenir futuras tragedias.
El contexto de las muertes en anexos
Este año, Torreón ha experimentado un aumento preocupante en el número de muertes dentro de centros de rehabilitación y anexos. En lo que va del 2024, se han documentado al menos cinco casos fatales. Por ejemplo, en el anexo “Nadine”, Luis Antonio Chávez Estrada, de 39 años, falleció debido a complicaciones de salud mientras esperaba atención médica adecuada. Otro caso significativo fue el de Roberto Carlos Torres García, quien murió solo tres días después de ser ingresado, aparentemente debido a una convulsión inesperada, sin recibir atención médica adecuada
Las deficiencias en estos lugares no solo incluyen el incumplimiento de la Norma Oficial Mexicana NOM-028-SSA2-2009, que regula el tratamiento y prevención de adicciones, sino también la falta de personal médico capacitado y protocolos esenciales para el seguimiento de condiciones médicas preexistentes