La participación de danzantes laguneros en la «Navidad Mexicana en el Vaticano» resalta el talento cultural de Coahuila, pero también genera cuestionamientos sobre el manejo político del evento. Usuarios en redes sociales acusan al gobierno estatal de presentar la tradición como exclusiva y de incluir familiares de funcionarios en la delegación.
- Danzantes laguneros representaron a Coahuila en la Basílica de San Pedro.
- «Navidad Mexicana en el Vaticano» desata críticas por posible uso político.
- Gobierno estatal niega favoritismos, pero surgen señalamientos en redes.
La reciente participación de danzantes laguneros en la “Navidad Mexicana en el Vaticano” representa un gesto significativo para la promoción cultural de Coahuila. La Parroquia de la Virgen de la Medalla Milagrosa de Torreón llevó al corazón del catolicismo una de las tradiciones más representativas de la región: la danza de matachines, un símbolo vivo de fe y tradición. Sin embargo, este evento también abre espacio para una reflexión crítica sobre el papel del gobierno estatal en el manejo de la cultura y su proyección internacional.
¿Tradición o herramienta política?
La participación de Coahuila en el Vaticano no es casual. La elección de un escenario como la Basílica de San Pedro magnifica la relevancia simbólica de la tradición, pero también plantea interrogantes: ¿se trata de una genuina promoción cultural o de una estrategia política en busca de legitimidad y atención internacional?
El involucramiento del Gobierno Estatal y su comitiva en la decoración navideña y celebraciones deja entrever un interés más allá de la difusión cultural. Este tipo de eventos suelen enmarcarse en campañas de imagen pública, que aunque no son nuevas, pueden distraer de prioridades locales urgentes.
La danza como vehículo de identidad
Es indiscutible el valor intrínseco de la danza de matachines como expresión cultural. Este tipo de participaciones internacionales refuerzan el vínculo entre los coahuilenses y sus tradiciones, pero resulta crucial asegurar que estas expresiones no sean cooptadas únicamente como elementos decorativos en estrategias gubernamentales.
Los matlachines: tradición viva de fe y cultura en Coahuila
La danza de los matlachines es una de las tradiciones más representativas del norte de México, especialmente en Coahuila. Originada en la época colonial, combina elementos indígenas y católicos en un acto de fe y devoción.
Con trajes coloridos, penachos de plumas, y al ritmo de tambores y sonajas, los danzantes ejecutan pasos solemnes en honor a santos patronos o a la Virgen de Guadalupe. Más que una expresión artística, es un símbolo de identidad y unidad comunitaria, transmitido de generación en generación.
En eventos locales e internacionales, como su reciente presentación en el Vaticano, los matlachines reafirman el valor de las tradiciones mexicanas.
¿Tradición o herramienta política?
De acuerdo a periodistas en redes sociales, el Gobierno Estatal presentó esta participación como si fuera una primicia, pero basta con revisar antecedentes: el evento tiene 16 años de historia, con estados como Quintana Roo y Guanajuato representando previamente a México. El enfoque mediático actual se concentra en Coahuila, pero las imágenes de familiares de funcionarios en la comitiva han provocado críticas de ciudadanos que perciben favoritismos.
La presencia de Coahuila en el Vaticano debería ser una oportunidad para abrir el diálogo sobre el papel de la cultura en el desarrollo social, más allá de su uso como herramienta política. Es necesario exigir una visión de estado que priorice el bienestar y la sustentabilidad cultural en el mismo grado que promueve su proyección global
.https://x.com/Camemual/status/1865928007799726358
¿Es justo que eventos internacionales se usen para agendas políticas? ¿Dónde queda el reconocimiento a los verdaderos protagonistas: los danzantes, artesanos y portadores de tradición? Es momento de separar la promoción cultural de las estrategias políticas y dar prioridad al mérito colectivo, no al personalismo gubernamental.