
Torreón.- La noche de este sábado , alrededor de las 20:53 horas, elementos de la Dirección de Seguridad Pública Municipal de Torreón realizaron la detención de Silvia ‘N’, de 33 años, por el presunto delito de maltrato animal. La detención ocurrió en la colonia Nueva Rosita, tras un reporte que indicaba graves irregularidades en una clínica veterinaria.
La denuncia fue presentada por Viridiana ‘N’, quien relató que llevó a su perrita para esterilizarla y, al momento de recibirla, se percató de que la mascota había muerto. La mujer también observó que la médico veterinaria a cargo no contaba con cédula profesional, además de que las condiciones del lugar eran insalubres y se percibía un fuerte olor desagradable.
Tras cuestionar a la responsable, la mujer adoptó una actitud violenta y agresiva contra los oficiales, lo que derivó en su detención. Silvia ‘N’ fue puesta a disposición del Ministerio Público por los delitos que le resulten. En el lugar de los hechos, la Dirección de Inspección y Verificación procedió a la clausura de la clínica clandestina.
Defensoría Animalista Laguna denuncia el caso
La Defensoría Animalista Laguna también se pronunció sobre el caso a través de redes sociales, destacando la rápida respuesta de las autoridades y de la comunidad. Según la denuncia, la mujer detenida se hacía pasar por médico veterinario zootecnista (MVZ), aunque al realizar una consulta en el registro de cédulas profesionales, se confirmó que no contaba con la cédula correspondiente. La cédula que exhibía en la receta médica pertenecía a un médico cirujano de humanos.
El testimonio de la denunciante, quien dio seguimiento al caso, menciona que la mujer operaba una clínica clandestina en su domicilio, donde también se encontraron bolsas con cuerpos de animales. Además, se detallaron condiciones insalubres en el lugar, que incrementaron la gravedad del caso.
“Voy a ir a las últimas consecuencias hasta lograr que esa mujer pague por todo el daño que causó. A los perritos que perdió la vida, les prometo que les haré justicia”, expresó la defensora en su publicación.
Reacciones de la comunidad
Otrpo de las personas afectadas también compartió su experiencia, señalando que había confiado en la mujer para la atención de su perro pug, quien falleció tras recibir una inyección en la clínica clandestina. Otros testimonios mencionan la preocupación por la inexistencia de la veterinaria que supuestamente incineraba a los animales fallecidos.