Bien dicen que cuando el gato no está en casa, los ratones hacen fiesta. Es decir, Manolo Jiménez decidió darles un respiro a los ratones laguneros. Con invitación en mano, Román Alberto Cepeda y los demás alcaldes se lanzaron a la Ciudad de México para pedirle más recursos a la presidenta Claudia Sheinbaum. Pero la pregunta que todos se hacen es: ¿este viaje fue una estrategia para conseguir lana o para seguir afinando la «operación doblar las manitas en Torreón»?
Román Cepeda, fiel a su estilo, cruzó los dedos para que le tocara asiento junto a Manolo y así poder seguirle pidiendo perdón por las desavenencias pasadas y que lo deje de investigar. Y es que desde Saltillo le han dado varios jalones de oreja, haciéndolo recular más rápido que un chofer de pesera en reversa. Lo curioso es que mientras Román intenta mantener la paz con el Palacio Rosa, el Gobierno del Estado de Coahuila ya tomó Torreón como si fuera una extensión más de sus dominios.
El control estatal sobre Torreón se hizo evidente esta semana. Román se vio obligado a volver a invitar a funcionarios estatales a la ciudad y a sus eventos. Este miércoles, la agenda en Torreón vino directamente desde Saltillo. Un ejemplo fue el evento en el teleférico, encabezado por Gabriel Elizondo, secretario del «chaleco verde,» quien este jueves llegará custodiado por Hugo Dávila, su representante de Mejora en la región. Dávila, quien se cree cercano a Román —pero esa es otra historia—, también se hará acompañar por Verónica Soto, la directora del Teleférico de Torreón, quien, aunque su nómina es estatal, actúa más como funcionaria municipal.
Para sorpresa de todos, en la firma del convenio sacado de la manga : “Conociendo Mi Torreón con Mejora” también resaltaron con negritas la presencia de José Ganem, el eterno “secretario en trámite” del Ayuntamiento. Pero, ¿qué hace Ganem en este evento estatal? Más allá de lo anecdótico, la presencia de estos personajes confirma que la luna de miel entre los gobiernos estatal y municipal sigue su curso, pero bajo los términos que dicta Saltillo.
Lo que parece ser un control total de la agenda municipal por parte del Gobierno del Estado, encabezado por el jefe estatal de comunicación, Diego Rodríguez,nada «querido» por el círculo cercano de Román; más que una ofensa es un descanso para los encargados de incomunicación social del Ayuntamiento. Total, menos chamba y más tiempo para irse a las gorditas de la esquina.
Sin embargo, hay un detalle que no pasa desapercibido: los altos mandos de los medios de comunicación están viendo cómo los convenios se están haciendo lejos de las áreas correspondientes, movidos por intereses particulares. La consigna parece ser clara: darle prioridad a los de abajo y no por seguir la escuela de la 4T, . Pero, ¿quiénes son esos “de abajo”? Algunos medios locales que no reciben ni migajas del pastel presupuestal sino porque les piden dejar la “comisión debida” para garantizar esa “cortesía”.La situación ha escalado al punto de que #LordTalibán dejó esperando a la jefa máxima del sindicato, quien acudió a defender a una de sus agremiadas desplazada para realizar este trabajo de convenios, lo que provocó su enojo y deja en el aire qué medidas tomará en respuesta.