El Espresso del Día: La seguridad en Torreón entre cifras decorativas y abandono ciudadano

Mientras el Ayuntamiento de Torreón aplaude con entusiasmo las encuestas que lo colocan entre las ciudades con menor percepción de inseguridad, los ciudadanos enfrentan una realidad mucho más cruda. Las estadísticas pintan un cuadro optimista, pero el día a día de los torreonenses está marcado por el constante acecho del crimen y la indiferencia institucional.

Un caso reciente en la colonia Moderna deja claro el abismo entre las cifras oficiales y la vida real. Un hombre, en un acto de desesperación, defendió a su familia con un machete de un ladrón que irrumpió en su hogar y golpeó a su esposa. En lugar de recibir apoyo, este ciudadano enfrenta ahora problemas legales, un reflejo de un sistema judicial que, al parecer, protege más a los agresores que a quienes se defienden. La solidaridad de los ciudadanos, como la de la abogada y recién exdirectora de atención ciudadana, Erika Sotomayor, ofreció el respaldo de la Barra de Abogadas a la familia.

Por otro lado, la seguridad municipal parece estar en pausa. La ausencia del alcalde Román Cepeda ha paralizado las reuniones semanales de seguridad. Más preocupante aún, ni siquiera se ha encargado al secretario del Ayuntamiento, José Ganem, de cubrir su lugar, una práctica que su antecesora, Natalia Fernández, realizaba con regularidad, incluso asumiendo un protagonismo que le valió críticas por actuar como «alcaldesa suplente». Mientras tanto, el comisario César Luis Perales, encargado de la seguridad, parece más ocupado resolviendo pleitos internos con otras áreas del ayuntamiento, que buscan apoderarse de su área de prensa, que diseñando estrategias efectivas contra el crimen.

El reciente anuncio de que el Consejo de Seguridad de Torreón podría trasladar sus reuniones semanales al Ejército Mexicano es un paso positivo, pero no debería significar una pausa en los esfuerzos por mantener la seguridad en la ciudad. La falta de acción continua bajo ningún pretexto es inaceptable.

La percepción positiva que presume el gobierno no basta. Los torreonenses requieren más que cifras que adornan titulares; necesitan acciones concretas que respondan a la cruda realidad de la inseguridad. De poco sirve estar en el podio de las encuestas si las calles siguen siendo territorio de miedo y desconfianza.

¿De qué sirve presumir triunfos ficticios cuando las historias reales cuentan derrotas diarias? El gobierno de Torreón tiene que dejar de lado la farándula política y asumir con responsabilidad la urgencia de construir una ciudad verdaderamente segura. Es hora de que los números y las acciones se alineen para proteger a la gente. Los ciudadanos ya no pueden esperar.

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