Torreón: primer lugar en inseguridad… y en discursos

La paz social en Torreón acaba de recibir un espresso amargo. Según datos de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU), analizados por el CCI Laguna, en apenas tres meses la percepción de inseguridad aumentó un 30%. Sí, la peor caída del país. ¡Bravo! Al menos seguimos siendo número uno… aunque sea en retroceso.

Si sumamos al resto de La LagunaTorreón, Gómez Palacio, Lerdo y Matamoros— el panorama no mejora: la percepción se deterioró un 20%. En otras palabras, más de 53 mil torreonenses y 65 mil laguneros ya no se sienten seguros… ni con la bendición del Santo Niño de Atocha.

Lo que antes se presumía como “ciudad modelo”, hoy cae siete escalones en el ranking nacional. Torreón, que hasta hace poco ocupaba el quinto lugar entre las más seguras, ahora se desliza como político en campaña. Lo irónico es que aún mantiene el sexto sitio, pero no por méritos propios, sino porque otras ciudades hacen mejor el papel de desastre. Gracias, Fresnillo. Gracias, Ecatepec.

Ahora imaginemos que la encuesta se hubiera levantado después de lo impensable: la muerte de un joven torreonense a manos de la policía elite , rel Grupo de Reacción Táctica (GRT), por el “crimen” de defender su tierra.

Ni capturando a “brujas satánicas” logra la Policía Municipal recuperar la confianza ciudadana. Si no fuera por lo ridículo, sería trágico. Más surrealista aún: el 64% de la población cree que la seguridad va a mejorar. ¿Optimismo o negación colectiva? Tal vez la fe siga siendo más fuerte que la evidencia. O quizá ya caímos en una especie de Síndrome de Estocolmo social, donde el ciudadano ha aprendido a convivir —e incluso justificar— su inseguridad con la resignación de que “podría estar peor”.

Pero los datos no perdonan: el 42.4% de los torreonenses siente miedo en las calles, en el parque, en el banco… incluso en el centro comercial. El miedo no descansa.

Mientras tanto, Coahuila presume dos municipios dentro del top 5 nacional con mayor percepción de seguridad, según los mismos datos del INEGI. Piedras Negras se mantiene como la frontera más segura del país, y Saltillo como la capital mejor evaluada en la materia. El discurso oficial lo celebra como logro del Modelo de Seguridad estatal, que coordina fuerzas municipales, estatales, Fiscalía, Ejército, Guardia Nacional y Marina bajo una estrategia de prevención, proximidad e inteligencia. Al parecer, esa voluntad política decidió no hacer escala en Torreón.

Cuando se pregunta si las autoridades realmente resuelven los problemas de la ciudad, solo el 35% en Torreón cree que sí. Pero eso sí: el 90% dice confiar en el Ejército… aunque no tape baches, ni arregle coladeras, ni limpie parques. ¿Será que al ciudadano ya no le importa que lo roben… mientras sea con uniforme?

La inseguridad en Torreón no se mide solo con encuestas, sino en cambios de rutina, en calles vacías al anochecer, en padres que ya no dejan salir a sus hijos solos. Mientras las autoridades aplauden cifras maquilladas, la gente se encierra y deposita su fe en el Ejército.

La percepción se desploma, los discursos se mantienen firmes, y aquí seguimos: sirviendo la realidad como es… sin azúcar y sin espuma.



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