
Gabinete en molde: firme por fuera, tembloroso por dentro

En política los tiempos son símbolos, y el alcalde de Torreón, Román Alberto Cepeda, decidió no quedarse rezagado. Apenas un día después de que las nuevas alcaldesas de Gómez Palacio y Lerdo presumieran sus equipos, Torreón sacó su propia “versión 2.0” del gabinete municipal. Una actualización forzada, a siete meses de arrancar su segundo período, con las polémicas todavía en ebullición y la sombra de Saltillo más presente que el aire acondicionado en la presidencia.
La jugada no fue improvisada: desde la semana pasada ya se había anunciado la rueda de prensa para “los cambios”, y este martes se oficializó el reacomodo en la nómina.
Los nuevos nombres en la pasarela municipal: Eduardo Olmos Castro, secretario del Ayuntamiento; Javier Lechuga Jiménez, tesorero municipal; Marcelo Valdés Quintanilla, director de Desarrollo Económico; Guillermo Martínez Ávila, director de Turismo; y, desde Saltillo, Martha Alicia Faz Dávila en Tránsito y Vialidad. Permanecen Eduardo Terrazas Ramos, ese adorno que ahora pusieron en el IMPLAN, y Óscar Luján Fernández, como contralor… o “controlador” de confianza.
Un fichaje significativo es el de Martha Alicia Faz, con pasado en la Academia de Policía de Saltillo. Su arribo no solo suena a currículo, sino a símbolo: se convierte en la segunda mujer en dirigir Tránsito y Vialidad en 15 años. Un cargo históricamente dominado por hombres… y por “tequiliu”.
Cepeda, tajante, aclaró que nadie le dicta desde fuera: “El único que se coordina con el gobernador soy yo, la decisión es mía y asumo la responsabilidad”. Eso sí, tres doritos después apareció el fiscal Federico Fernández, colgado de redes sociales, grabando un video felicitando a doña Martha. Coordinación autónoma… pero con aplauso sincronizado.
Otro nombre celebrado es el de Marcelo Valdés en Desarrollo Económico. El sector empresarial lo aplaudió porque, dicen, no trae pasado turbio. No como su antecesor, Toñito Hernández, que se enteró en plena rueda de prensa que ya no era director. Una escena digna de reality show: “apaga tu micrófono, estás eliminado”.
Cepeda, mientras tanto, se puso filosófico: “La anticipación de la muerte es peor que la muerte misma”. Y sí, la frase podría sonar a Sófocles… si no fuera para justificar que los próximos cambios llegarán cuando menos se lo esperen los aún sobrevivientes del gabinete.
Por ello en Comunicación Social ya huelen la guillotina. Algunos buscan refugio en otras dependencias, pero los malquerientes aseguran que Yohan Uribe (#LordFragmentado) y su segunda, #LadyFayuca, andan pidiendo otra oportunidad a Olmos para seguir cobrando. Se aplaude y respeta buscar oportunidades, pero no pisar a los demás para sobrevivir.
Uribe, dicen, está en una disyuntiva profesional entre volver a su ex casa editora —dicen que ya todos los dueños aceptaron su regreso—, pero este ya le tiene “amor de vivir del error” y por lo que desea estar en Radio Torreón y Canal 28. Mientras tanto, su segunda ya se ha dejado ver en el Banco de México, donde Terrazas funge de florero en el IMPLAN. Ahí en las oficinas tiemblan de que llegue la señora, porque ahí sí trabajan y no hay tiempo para chismes, como los que ella dicta. Tan distraídos andan este par de funcionarios que en la invitación oficial de este martes se quedaron en 2024. Convocaron al año pasado y ni corrigieron. El gabinete viaja en el tiempo, pero solo para equivocarse.
Dicen que en política es fundamental “salir en la foto”. Y en la rueda de prensa de los festejos patrios del lunes, funcionarios fueron recortados como exnovios borrados de la foto familiar, incluso muchos ni siquiera fueron convocados. El mensaje es claro: no todos caben en el cuadro, y menos si alguien estorba la sonrisa del jefe.
La administración llega a septiembre con frentes abiertos y un relato de gobierno que intentan reinventar. La duda es si este reacomodo le dará oxígeno político o si apenas alcanza para apretar unas tuercas sueltas en una maquinaria que ya cruje demasiado.