
¿Fotomultas o fototrampas?

La reciente declaración del alcalde de Torreón, Román Alberto Cepeda, sobre la inminente implementación de las fotomultas ha encendido las alarmas entre los ciudadanos. El anuncio se realizó tras los recientes accidentes viales, como el ocurrido en el Periférico, donde un ciclista perdió la vida.
En este contexto, Cepeda confirmó que las cámaras ya están instaladas y listas para operar, quedando pendiente únicamente una modificación al reglamento municipal —prevista para este mes— para que las sanciones entren en vigor. Sin embargo, hay un detalle que no termina de cuadrar: hasta ahora, no se ha hecho público ningún proceso de licitación ni los criterios para elegir a los proveedores de las cámaras. Esa opacidad huele más a recaudación encubierta que a una verdadera estrategia de seguridad vial.
Torreón comenzó 2025 con 360 accidentes viales registrados solo en enero, lo que representa una disminución del 18% respecto al año anterior. Sin embargo, al menos seis personas perdieron la vida en estos accidentes, incluidos peatones, ciclistas y motociclistas. Según Milenio, al primer trimestre de 2025 se han registrado un total de 968 accidentes viales, siendo la falta de precaución al conducir la principal causa de estos incidentes en la ciudad. A pesar de la alta cifra, comparado con el mismo periodo del año anterior, hay una disminución del 5.08% en la cantidad de accidentes.
El dato es claro: menos choques no necesariamente significa más seguridad. Mientras tanto, las decisiones se toman en la oscuridad, con cámaras que ya apuntan sin que sepamos quién las instaló ni cuánto costaron.
En teoría, las fotomultas pueden ser útiles. Pero en la práctica, y sin una estrategia de comunicación ni educación vial real, corren el riesgo de convertirse en una herramienta sancionador , no preventiva.
Por ejemplo, en la Ciudad de México, las fotomultas fueron reemplazadas por las “fotocívicas”, cuyo objetivo es modificar comportamientos, no solo recaudar dinero. Incluso la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha avalado su legalidad bajo este modelo. Pero en Coahuila, ni siquiera existe una base legal específica para implementarlas.
Así lo confirmó el diputado Felipe González Miranda, quien, lejos de legislar sobre el tema, parece ser el vocero no oficial del alcalde. Hace poco, González Miranda declaró: “No existe ningún municipio con este tipo de cobros”. ¿Qué pensará el Consejo de Vialidad, tan funcional como decorativo? ¿O será que estamos esperando a que otros organismos hagan su trabajo?
Esto se suma a un patrón que los ciudadanos ya identifican con claridad: una administración con olfato para cobrar, pero sin una brújula para invertir. En el primer trimestre de 2025, el Municipio reportó 402 millones de pesos recaudados por Impuesto Predial, un aumento del 8.6% respecto a 2024. Sin embargo, en la calle, el humor y la paciencia ciudadana siguen en picada.
💬 «Seguro dirán que se usó para pavimentar dos calles”, ironizó un usuario en redes.
💬 “Debería alcanzar para todo si lo manejaran bien”, apuntó otro.
💬 “Eso sí, foquitos y banquetas pintadas no faltan”, se quejó una vecina.
Mientras los baches se reproducen como hongos en colonias como Arboledas, la pregunta sigue al aire: ¿dónde está el verdadero plan de ciudad? Más aún cuando ni siquiera se ha hecho pública la información sobre los procesos de licitación, adjudicación o contratación directa de servicios clave como las cámaras de fotomultas. Sin transparencia, el discurso de modernización suena más a cobro disfrazado que a política pública.
Las preguntas siguen sin respuesta:¿Hubo licitación para las cámaras?¿Quiénes son los proveedores? ¿Cuál fue el criterio técnico para su instalación? El silencio oficial alimenta la desconfianza, justo en un contexto donde se discute armar a los agentes de tránsito. Sí, en lugar de capacitarlos en movilidad urbana o derechos humanos, se plantea dotarlos de armas de fuego. Una medida que parece más una ocurrencia de serie policiaca que una estrategia seria de movilidad.
☕ Último sorbo:
La seguridad vial no se construye con cámaras escondidas ni con amenazas disfrazadas de prevención. Se construye con transparencia, educación, participación ciudadana y justicia urbana.
Porque si el café sabe amargo, no siempre es culpa del grano. A veces, el problema está en quién lo revuelve.
🎯 ¿Y tú, qué opinas?
¿Las fotomultas salvarán vidas o solo recaudarán más impuestos?
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