
Torreón sin sombra: el ecocidio disfrazado de progreso

En Torreón, el cemento pesa más que el oxígeno. Con el arranque del Sistema Vial Abastos-Independencia, se activa una postal ya conocida: maquinaria pesada, árboles talados y excusas oficiales que disfrazan un ecocidio estratégico.
Según el propio Marcelo Sánchez Adame, titular de Medio Ambiente, 47 de los 98 árboles “no podrán salvarse”. ¿La causa oficial? Están huecos, enfermos o plagados. Curioso: justo los que estorban al trazo vial resultaron “no viables”.
La empresa contratada retirará los árboles y, en teoría, trasplantará 51. Además, deberá plantar cinco por cada talado.
Pero en Torreón, eso es como sembrar promesas en asfalto caliente: pura simulación.
Torreón registra más de 40°C y altísima radiación UV. En lugar de proteger a la gente, las autoridades presumen “obras urbanas” que eliminan sombra, frescura y vida.
Esto no es desarrollo. Es la receta perfecta para cocinar una ciudad inhabitable:
Más pavimento, menos árboles y cero visión ambiental.
¿Quién es Marcelo Sánchez Adame?No es técnico. No es experto. Es hijo de la directora del CONALEP y llegó al cargo por palancas políticas, no por méritos.Fue impuestoa Susana Estens, y tras su salida lo pusieron de jefe perio busca ser más influencer que funcionario.
Como buen «Kiko del Chavo», Marcelo juega a ser director: sin experiencia, sin liderazgo y con ego de sobra.
Hace meses lo pusieron de presidente de casilla en la interna de la CNC para apoyar a la candidata de Román. Hoy, firma dictámenes como si supiera.
Mientras activistas alzan la voz por la tala, Marcelo toma cursos para intentat verse simpático en sus videos .
Porque él no protege árboles… protege intereses.
Desde el inicio del gobierno de Román Cepeda, se cuestionaron los 4 millones de pesos gastados en imagen urbana: bolardos inútiles y camellones estorbosos.
Hoy se repite el patrón: infraestructura sin consenso real tala sin técnica y beneficios para unos cuantos.
Se sacrifican árboles con más años que los funcionarios. ¿El fin? Pintar glorietas para presumir “modernidad”.
“Es pésima idea privar a la ciudad de 98 árboles por una obra que va a beneficiar exclusivamente al coche”,
dijo el ambientalista Francisco Valdés Perezgasga.
Y agregó con sarcasmo:
“El trasplante es como cuando a un niño se le muere un perrito y le dicen que se fue al cielo de los perritos”.
Además, recordó el fraude ambiental del Metrobús, donde prometieron reponer árboles que nunca volvieron.
Mientras el pavimento arde y la ciudadanía se sofoca, los árboles caen… con permiso oficial. Marcelo firma dictámenes con la misma seriedad con la que graba TikToks. Y en Torreón, hasta los árboles estorban si no votan. Y si votan, les cortan el paso.