
Cuando comunicar se volvió mandar callar

La madrugada del viernes, tras el concierto de Miguel Bosé en el Coliseo Centenario, el diputado de Morena, Antonio Attolini Murra, fue golpeado por un hombre que le gritó: “¡Hablaste mal de mí, pendejo!”.
En video se ve a Attolini sometiendo al agresor y luego siendo esposado por un policía municipal, a quien le advierte: “Estoy cubierto, me pegó en la cara”. Al preguntar: “¿Sí sabes quién soy?”, el oficial responde que sí… y lo arresta.
Más tarde, el jefe de la Policía, Alfredo Flores, informó que el diputado fue liberado tras declarar que actuó en defensa propia.
Attolini denunció el hecho ante la Fiscalía y lo calificó como violencia política, vinculada a sus críticas contra el Ayuntamiento de Román Alberto Cepeda. Cuestionó además la ausencia de cámaras en una zona tan vigilada de “el estado más seguro del país”.
Su equipo de comunicación activó el protocolo: entrevistas, comunicados y un relato anecdótico sobre cómo celebraba su precumpleaños comiendo un elote, lograron neutralizar las versiones que lo tachaban de rijoso.
Y aunque familiares y amigos aseguran que Pepé Ganem actuó de buena fe, ni las imágenes lo favorecieron ni su equipo de comunicación lo respaldó.
Esa misma noche, ofreció una rueda de prensa improvisada en el estacionamiento de un restaurante —sin café ni estrategia—.
Según cercanos, fue idea del director de Comunicación, Yohan Uribe, quien antes intentó frenar la difusión de los videos virales.
Una reacción tardía que evidencia otra falla en el manejo de crisis.
Error de manual: callar ante lo viral es como nadar en chapopote.
Pero esta no es la única joya en su gestión. Ahora, su propio equipo de comunicación exige a todas las dependencias un reporte mensual de interacciones en redes sociales con las publicaciones del alcalde Román Alberto Cepeda. El mensaje enviado fue claro:
“Hola, buen día! 🤗
A partir de hoy será necesario monitorear las interacciones con las publicaciones del Alcalde.
¿Cuántas personas trabajan en su dependencia? ¿Cuántas interactúan con las publicaciones? ¿Cuántas comparten? ¿Cuántas comentan?”
Y por si fuera poco, pusieron a la Jefatura de Gabinete entre los primeros lugares del ranking. Pues claro: si no se aplauden entre ellos, ¿quién más?
La pregunta incómoda ya se escucha en pasillos del cuarto piso:
¿Yohan trabaja para Comunicación o para Ariel Martínez? Se dice que opera bajo el ala del jefe de Gabinete, lo que explicaría el blindaje mediático a ciertos perfiles y el sacrificio de otros sin red. Incluso aseguran que quiere controlar la narrativa de cada dependencia, imponiendo su sello. Ha llegado al grado de asignar fotógrafos tradicionales como sombra personal a algunos funcionarios, como a Ganem, para proyectar que “están haciendo algo”.
Pero ni con fotógrafo fijo se puede disfrazar lo gris.
Hay perfiles que, por más filtros, no dan para reels.
(¿Verdad, Dirección de Medio Ambiente?)
Para rematar, en pleno Día de la Libertad de Expresión, se cerró el grupo de prensa de la Policía de Torreón, limitando la participación a solo administradores. Una bofetada digital para los periodistas locales que aún creen en la transparencia.
El mensaje fue claro:
Celebren su libertad… pero sin ejercerla.
Todo apunta a que el cierre fue orquestado por Yohsan Uribe y su segunda al mando, #LadyFayuca, quienes, durante la reestructuración de la dependencia, pidieron ser «ingresados» para intentar controlar desde las sombras.Les incomodó que Policía y SIMAS reconocieran públicamente a los medios, mientras al alcalde Román Cepeda lo dejaron mal parado (y no precisamente porque olvidaron invitarlo a un huevito San Juan con jamón frío).
Como respuesta, usaron el grupo de la Policía —ya censurado— para mandar un comunicado ambiguo, donde agradecen el “apoyo en seguridad pública” y prometen tres eventos conmemorativos por separado, como si los periodistas fueran menores en custodia compartida.
Por cierto: otro ejemplo de comunicación eficaz descentralizada del Ayuntamiento es SIMAS, que este lunes desinfló las acusaciones de los morenistas sobre empresas fantasma. Una declaración rápida de su gerente contuvo el embate político.
Todo es comunicar. Pero hay que saber cómo.
🎤 Mientras tanto… el show que más llena es el de la incompetencia comunicacional.
Pero no le digan a #LordFragmentado. Parece de cristal: llora apenas hablan de él.