¡Pitazo político en Coahuila!

La política coahuilense parece un final de liguilla: todos quieren meter gol, pero no hay equipo. Morena Nacional lo sabe: tiene la copa cerca, acaricia el gol… pero falla. Y como en todo buen partido en tiempo de compensación, todo puede perderse por una distracción o por un autogol de esos que hacen historia.

¿El rival? El PRI, sí, ese que ya tenía hasta al aguador en la banca… pero que en Coahuila sigue jugando como local y con árbitro amigo. En Durango, por ejemplo, Esteban Villegas vestido de tricolorpero gobierna con medias guindas. Ya ni se sabe.

Pero el verdadero juego está en Torreón, donde el alcalde Román Cepeda (sí, ese que juega al despiste) guiña el ojo a la 4T ante su enfado con el PRI estatal —es decir, con el gobernador. Aquí no hay sistema táctico, solo codazos. Es como si el entrenador guinda de Coahuila, Diego del Bosque, mandara la alineación por WhatsApp y los jugadores hicieran berrinche en TikTok.

Mientras tanto, en la grada VIP de la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia de Morena, Luisa María Alcalde ya activó el VAR interno: se abrió una investigación contra una alineación completa de morenistas coahuilenses que no se cansan de pelearse sin tapujos ni filtros y solo hacer el abrazo de Acatempan.
¿Los diputados locales Antonio Attolini y Alberto Hurtado?
¿El motivo? Estar más ocupados en fracturar el vestidor que en ganar las elecciones que se avecinan.

La senadora Cecilia Guadiana está peleada con la base morenista.Si no es con su «compañero» de fórmula, el lagunero Luis Fernando Salazar, la heredera que carga hasta con las broncas de su novio,tamaulipeco Américo Villarreal,La herdera hace unos meses presentó una denuncia por violencia política en razón de género ante el INE contra el diputado Attolini y la regidora Alejandra Salazar, por acusarla de usar programas sociales para su promoción personal. El INE desechó las medidas cautelares, al no encontrar elementos suficientes de violencia de género, aunque el proceso sigue abierto.

Los citados de la mjefa de Morena sonLuis Fernando Salazar (ex hooligan panista que siempre juega solo),Cecilia Guadiana (que no suelta la camiseta heredada),Antonio Attolini,y junto con ellos, Borrego, Castro, Cintia Cuevas, Ponce y Hurtado.Todos convocados… pero no se sabe si a entrenar o a rendir cuentas.

Este episodio es solo una jugada más en el tablero dividido de Morena Coahuila, donde cada grupo quiere ser titular.
Se sabe que quienes aspiren a la gubernatura deberán primero ganar las alcaldías de Torreón —que busca Luis Fernando Salazar, otra vez— y de Saltillo —donde Cecilia impulsa a Alberto Hurtado, aunque enfrenta a la influencer Ale Salazar.

Y como si faltaran delanteros, también Shamir Fernández quiere repetir como candidato, mientras Cintia Cuevas insiste en que “ahora sí le toca”.

Y si en Morena hay pleito en el vestidor, en Torreón hay guerra por el balón: Ariel Martínez, jefe de ornato (perdón, de gabinete) vs. Pepé Ganem, “secretario en trámite”. Una lucha digna del Llano 7.Su lucha interna, cada vez con más reflectores, es escarnio de propios y ajenos.¿El balón? El control político de la plaza.¿El árbitro? Dormido o comprado.¿Los ciudadanos? Aplatanados por los goles que nunca llegan.

Morena en Coahuila juega como el Cruz Azul de siempre: mucho plantel, cero coordinación. Y aunque los priistas han sido especialistas en fingir faltas, al menos se abrazan para la foto, entrelazan dedos y sonríen.
Los morenistas ni eso: se bloquean en redes, se apuñalan en los grupos de WhatsApp y se desmarcan en público… con un nivel de traición que haría palidecer a cualquiera.El guinda se está destejiendo solo. Y en política, como en el fútbol: si el vestidor está podrido, ni con Messi se gana la copa.

Pero, ¿servirá de algo este jalón de orejas, o será solo otra simulación?¿Resolverán el conflicto interno? ¿Será una suerte de conciliación y firma de paz… o solo tiempo extra para seguirse pateando?

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