
Del arte al desfalco: En Torreón la cultura estorba si no genera contratos

En años anteriores, el Día Internacional de los Museos olía a difusión cultural, a visitas escolares, murales coloridos y selfies con filtro sepia. Hoy, en 2025, apenas huele… a polvo acumulado.
La Dirección de Cultura del Municipio —esa que dice encabezar Antonio Méndez Vigatá con la energía de una lámpara fundida— este año actúa como si no existiera presupuesto para los museos. Pero en la Tesorería del soberbio Óscar Laján —ese que se cree más grande que el gobernador y, de paso, del alcalde Román Cepeda—, una nueva revelación financiera confirma que sí hay dinero, al menos para emitir y cobrar facturas por 9.7 millones de pesos más rápido de lo que uno tarda en servirse un café.
La pregunta arde más que el desierto lagunero:¿No hay dinero o no hay decencia? Porque si algo florece en Torreón no es la cultura… es el arte del desfalco. Mientras los museos sobreviven entre telarañas y desconchados, el presupuesto vuela hacia “asesorías” invisibles, empresas fantasma y cuentas que nadie audita.
Del Centro Cultural del Norte ya perdimos la cuenta de cuántas veces se ha anunciado. Desde noviembre de 2024, Román Cepeda ha prometido que «ahora sí» iniciará la primera etapa. Y este 13 de mayo, volvió a presumir el proyecto, como si reinventara la cultura.
Dicen que será parte del flamante “Distrito Revolución”, ese plan tan inflado como los PowerPoints que lo adornan: mayor aforo para el Estadio Revolución, cultura, deporte y todo lo que quepa en una carpeta de “bonitas intenciones”. Se prometieron 500 millones de pesos, participación privada… ¿y la fecha de inauguración? Ni para qué decirla, si todavía ni comienzan.
Mientras tanto, los museos de Torreón son hoy mausoleos de la simulación: sin director visible, sin cartelera oficial, sin un triste post en redes sociales. El colmo del cinismo: este año ni siquiera aparecen en el cartel del evento oficial.

La única “actividad” destacada fue el traslado de parte del acervo del Museo Arocena a la Línea Verde, y eso desde ya hace varias semanas presentado como “democratización del arte”. Pero no es más que una cortina de humo ante el abandono absoluto de los recintos museísticos públicos
Cuando un gobierno dice promover el arte pero olvida a los museos, no estamos ante una omisión.Estamos ante una confesión pública:
La cultura les estorba… si no genera contratos.
Así que este 18 de mayo, si quiere conmemorar algo, prenda una vela.
No por la cultura.Sino por su funeral institucional.