La nómina de Comunicación Social: familia, aliados y “críticos” a modo

¿Quieres ganar contratos públicos sin audiencia, sin resultados… y sin dar explicaciones?
¡Estás en el lugar correcto!

Presentamos el Manual práctico para facturarle al pueblo sin decirle nada.
Disponible exclusivamente para medios invisibles, portales reciclados desde Frontera y Saltillo, y sitios con línea 4T… aunque cobren desde gobiernos del PRI.

Aquí no se premia el contenido, sino la obediencia.
Y para ingresar al exclusivo club de Comunicación Social del Ayuntamiento de Torreón, basta con cumplir tres sencillos requisitos:

1.- Tener una razón social activa (aunque tu medio tenga menos tráfico que un fax en pleno 2025).
2.- Estar bien conectado con Yohan Uribe, alias #LordFragmentado.
3.- No preguntar, no opinar y, sobre todo… no hacer periodismo.

Mientras tanto, el alcalde Román Alberto Cepeda ha reprendido en privado a su director de Comunicación Social, Yohan Uribe, pero no por la falta de resultados… sino por el caos administrativo que arrastra.
Porque en Torreón, la transparencia no estorba: simplemente se esconde bajo lonas bien pagadas.

Prueba de ello son varios convenios celebrados por Uribe, algunos de ellos con claros tintes de querencias personales. Aquí, una muestra del catálogo:


🔹Caso 1: www.porsiacasomx.com
Contrato: DA/CON/DCSI/038/2025
Monto: $200,000 mensuales
Función oficial: Portal para “reflexionar”… y facturar.

Este portal, operado desde Frontera, presume “historias para conversar”, pero su tráfico es tan silencioso como una sesión de meditación. Recicla boletines de Torreón y ocasionalmente publica comunicados de Nuevo León, aunque no recibe publicidad de ese estado.

Dato curioso: en su equipo está el columnista Marcos Durán Flores, crítico habitual del alcalde Román Cepeda. Aunque la presidencia municipal monitorea a periodistas incómodos —especialmente del Grupo Horizonte—, Durán no aparece en esas listas… pero sí en este portal financiado con recursos públicos.

¿Sabrá el alcalde que uno de sus críticos es promovido aquí?
¿O Durán que colabora con quienes pagan por callar?
En Torreón, la línea editorial también se cobra… y se transfiere.


🔹Caso 2: GMB Comunicaciones, S.A. de C.V.
Contratos: $290,000 por publicidad web y $193,000 por revista digital
Medio: www.gobiernosmexico.com.mx
Función oficial: Simular presencia digital… e inflar estadísticas a golpe de bot.

Este portal parece un eterno portavoz de la 4T, aunque su presupuesto proviene de notas perdidas del gobierno priista. Su actividad creció de 30 a más de 100 interacciones diarias gracias a una granja de perfiles falsos.

Recordemos que Yohan Uribe trabajó para la 4T antes de sumarse a la campaña negra en las elecciones locales. Además, GMB también figura en contratos de infraestructura, puentes peatonales y espectaculares. Uribe —adelantado a su tiempo— ya visualizaba el negocio antes de llegar al cargo.
Incluso —cuentan— soñaba con pantallas publicitarias al estilo Toño Hernández. Solo le falta un tutorial de CapCut.


🔹Caso 3: Grupo Rocar de la Laguna, S.A. de C.V.
Contratos: $290,000 por banners, $193,000 por redes sociales
Medio: www.lagunarecomienda.com
Función oficial: Portal de “recomendaciones” con sabor a boletín.

Es el único medio donde las becarias de Comunicación Social publican más notas que el propio portal del Ayuntamiento. Se recomienda exclusivamente contenido de la Presidencia Municipal, ignorando conciertos, restaurantes o turismo local.

Según fuentes internas, aquí también se cobra comisión por cada aplauso digital.
Recomendaciones bien cobradas. Influencia por encargo.


🔹Caso 4: El Coahuilense
Empresa: Comunicación e Información de Coahuila, S.A. de C.V.
Contratos: $95,000 por banner, $92,000 por revista digital
Función oficial: Duplicar contratos. Mitad banner, mitad espejismo.

Aunque este medio tiene mayor peso informativo, su columna principal parece dictada con interferencia directa desde el primer piso de la presidencia de Torreón.
De hecho, este fue el modelo que inspiró a Uribe para intentar crear su propio portal… sin éxito, pero con toda la intención.

La llamada “revista digital” tiene el mismo alcance que una USB olvidada en un cajón desde 2006.
Aquí, el silencio se imprime en dos formatos. Y los dos… se cobran.


🔹Caso 5: GA Radiocomunicaciones, S.A. de C.V.
Alias: Heraldo Radio
Monto: Clasificado
Función oficial: No informar… discretamente.

No hay cifras disponibles. Tampoco notas incómodas. Pero sí existen tarifas —no públicas, pero muy efectivas— para asegurar que ciertos temas jamás lleguen al aire.

Algunos integrantes del medio «van y vienen» a la oficina de Comunicación Social, no para pedir entrevistas… sino para pactar acuerdos de no difusión y dejar la comisión correspondiente a quien autoriza.

Cobertura parcial con presupuesto total.
Aquí, el silencio también se factura.


🔹Caso 6: Desarrollo de Proyectos RIB, S.A. de C.V.
Rubro: Obras públicas
Función oficial: Hacer de todo… menos periodismo.

Empresa ligada a una arquitecta cercana a Uribe. Ha ganado contratos de infraestructura, eventos, logística y hasta lonas de Comunicación Social.
Dicen que si ella lo hubiera asesorado desde el principio, Uribe ya tendría su propio portal registrado como proveedor, pero ni eso ha podido hacer.

El sistema de comunicación en Torreón no está diseñado para informar, sino para distribuir premios. No hay métricas de impacto, ni retorno de inversión, ni criterios objetivos.

De acuerdo con el portal Red es Poder, en el primer trimestre de 2025 el Ayuntamiento de Torreón ya ha gastado 14.5 millones de pesos en publicidad oficial. Es decir, 160 mil pesos diarios destinados a promover la imagen del gobierno, aunque sin impacto real ni resultados visibles.

Dinero directo para los amigos de Comunicación Social, en un sistema que ya no comunica: simula.Para reconstruir una imagen pública sólida, se necesita abandonar la autopromoción vacía y enfocarse en mensajes claros, coherentes y honestos. Pero mientras la estrategia siga siendo inflar redes sin audiencia, maquillar la gestión con boletines reciclados y ocultar la verdad tras contratos disfrazados, la imagen del alcalde seguirá secuestrada por sus propios operadores.

Porque todo indica que Yohan Uribe prefiere privilegiar a su familia, sus viejos vínculos con la 4T y sus amigos contratistas… antes que al propio presidente municipal.


El verdadero reto no es comunicar bonito, sino dejar de venderle humo al alcalde . Porque el peor enemigo de una administración no es la crítica:es la mala estrategia con sello oficial y facturación garantizada.

Aquí, La estrategia sigue siendo… no tener estrategia.

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