En Torreón, ¿La seguridad es responsabilidad de todos, menos del gobierno?

En Torreón, la seguridad es como la esperanza en una película de terror: nunca se cumple. Cada semana se discuten estrategias en reuniones que parecen más bien una excusa para seguir engañando a la ciudadanía, haciéndoles creer que algo se está haciendo. En la décima primera reunión municipal de seguridad, el «secretario en trámite del Ayuntamiento», Pepé Ganem, fue a representar al alcalde… ¿Por qué? Porque el buen Román Cepeda ni siquiera estuvo en Torreón. Eso sí, se justificó diciendo que estaba trabajando.

Y no es para menos, la «gran» estrategia anunciada fue reforzar las acciones de prevención de la violencia desde la corresponsabilidad social. ¡Aplausos! ¿Qué significa eso? Bueno, en palabras de Ganem, se trata de acciones para prevenir la violencia en todos los ámbitos. Lo que en realidad significa es que el ciudadano ahora tiene que cargar con la culpa de la inseguridad. Lo que generó carcajadas e indignación fue que, precisamente él, Ganem, quien ha sido parte de varios escándalos, venga a hablar de «combatir la violencia». Esto solo le da más combustible a personajes como el diputado Antonio Attolini, quien no pierde oportunidad para señalar que Pepé es uno de los responsables de la corrupción y el abuso que ha marcado a Torreón en los últimos años.

Según el alcalde, todos los actores sociales deben sumarse a la causa, o sea, todos deben poner de su parte, porque nosotros solo venimos a hacer como que trabajamos. Y precisamente los ciudadanos, claro, no se quedaron callados. Ahora se cuestionan si funcionarios como Ganem también se harán responsables de sus acciones tras el altercado en un bar, que sigue sin aclararse del todo, y por el cual podría ser llevado ante la Fiscalía por su “buen corazón”, de solo tratar de ayudar. En fin, ¿con qué cara se habla de prevenir agresiones cuando los encargados de la seguridad no pueden ni con las suyas?

Pero el toque final a esta «estrategia» es pedirle a los padres de familia, comerciantes y dueños de bares que sean «corresponsables» en la seguridad. Claro, porque para eso están, ¿no? Para que el Ayuntamiento no tenga que mover un dedo. Entonces, ¿la solución a la violencia en Torreón es que los papás vigilen las colonias y los bares se encarguen de la seguridad? Si ya lo hacen, claro, en su tiempo libre, entre el trabajo y las preocupaciones por la inseguridad.

Y hablando de corresponsabilidad, esta estrategia de seguridad es particularmente indolente cuando pensamos en casos como el de Nurdin Emmanuel Ayala Gallegos, un árbitro que perdió la vida tras una riña. Este jueves, familiares y amigos del fallecido se manifestaron en las afueras de la cancha donde sucedierib los hechos en la Bombo Futbol Sala, ubicada en la carretera Torreón – Matamoros, exigiendo justicia por su asesinato. Los familiares no solo exigen respuestas, sino también que las autoridades se hagan responsables de la violencia que consume la ciudad. Sin embargo, lo que escuchan de los responsables es que deben hacerse «corresponsables» de la seguridad, como si fuera un juego de niños, mientras Torreón sigue siendo un escenario de tragedias que parecen no tener fin.

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