
«Pozo mortal», tragedia anunciada: la negligencia que mató a un joven en Villas Universidad

José Guadalupe Erivez Silos, de 24 años, amaneció muerto el domingo en el fondo de un pozo de captación en Villas Universidad Oriente, en Torreón.Lo que para él parecía un campo abierto, de noche y sin luz, se convirtió en una trampa mortal.
El comunicado oficial intentó deslindar al Municipio y pasarle la bolita a la Fiscalía. Sin embargo, las palabras del director de Protección Civil, Jorge Luis Juárez Llanas, en el oficio municipal, lo contradicen todo: aseguró que el pozo “contaba con barandal de protección y estaba en una zona iluminada”.
Las imágenes y testimonios muestran lo contrario: no había malla en todo el perímetro, ni resguardo suficiente, ni alumbrado. Una negligencia que terminó en tragedia. El dicho de Juárez Llanas no cuadra con la evidencia.
¿Quién revisa los comunicados oficiales antes de difundirlos? Y más aún: si el propio Juárez acudió al lugar, ¿por qué sostuvo una declaración que se derrumba a simple vista?
Los reglamentos municipales de Protección Civil y Desarrollo Urbano son claros: todo cuerpo de captación debe tener cercado perimetral, señalización visible y supervisión permanente. La omisión está escrita con letras negras.
Un vecino resumió la crudeza: “Para el joven que no conocía la zona, aquello parecía una cancha; de día se ve así, pero de noche, sin luz y todo inundado, cualquiera se confunde”.
En redes, la indignación escala. Juana Leticia Aguilar, vecina de la colonia, lanzó un reclamo directo: “¿Ya lo repararon o están esperando otra tragedia? No trabajan. Necesitamos presionar para que cambie todo esto”.
El argumento de que el joven “no era de la zona” es un distractor. La seguridad no se mide por código postal: un pozo abierto es un riesgo mortal para cualquiera.
Pese a que Juárez Llanas acudió personalmente al sitio —algo que otros directores suelen evitar—, terminó sosteniendo un dicho que no resiste la prueba de las fotos.
Desde Comunicación Gubernamental se debió verificar que la declaración correspondía a un testimonio real del funcionario, y no a un error de redacción. ¿O lo habrán inventado?
Ahora se avecina una confrontación dentro del propio Ayuntamiento: se busca cargar la responsabilidad únicamente sobre SIMAS, presentándolo como el único culpable. Sin embargo, la cadena de omisiones es compartida: falta de supervisión de Protección Civil y ausencia del deber municipal de garantizar seguridad en espacios públicos.
La tragedia de José Guadalupe Erivez Silos no fue un accidente inevitable. Fue el resultado de una cadena de negligencias.
Torreón rompió récords: más de 5 mil kilos de carne, un disco de 9 metros y 80 mil tacos servidos. La hazaña, organizada por el Centro de Convenciones Torreón (CCT) y la Canirac Laguna, reunió a más de 200 patrocinadores y decenas de voluntades que hicieron posible que la ciudad brillara en el mundo.
Los colgados del taco más grande del mundo”

Pero mientras en la velaría se sudaba entre cuchillos, fuego y cazuelas, en los salones VIP con aire acondicionado se multiplicaban los colgados de siempre. Funcionarios estatales y municipales que en toda la semana ni se asomaron a picar una cebolla, posaron sonrientes junto a los dos Récords Guinness como si hubieran aportado algo más que la foto.
Ahí estaba el “señor Pinabete”, director de Turismo, Memo Martínez, acomodándose frente a las cámaras, y otros tantos que convirtieron un logro ciudadano en pasarela política. El contraste fue brutal: la gente común formada por horas para alcanzar un taco; los organizadores, desvelados tras días de esfuerzo; y los funcionarios, cómodos y frescos, colgándose del éxito ajeno.
En justicia, el mérito es del exchobbie Rodrigo González (CCT), de Eduardo Nieto (Canirac) y de la ciudadanía que creyó en esta fiesta de identidad lagunera. A los otros, que solo llegaron para la foto, les quedará el sabor del taco prestado y la memoria de una ciudad que, aunque reconoce quién se esfuerza, tampoco olvida quién solo presume.
Y a quien ni por error se le vio en el lugar fue a la coordinadora regional del DIF Coahuila, nuestra “Paris Hilton lagunera”, Lorena Safa. Vaya ironía: conoce bien el Centro de Convenciones, pues ahí tuvo beca por varios años. Muchos esperaban que, al menos esta vez, llevara a grupos vulnerables a degustar del platillo que hizo historia.
