
Falta de cardiólogo en IMSS 46 de GP provoca miedo e incertidumbre entre pacientes
Gómez Palacio. – Familiares de pacientes internados en el Hospital General de Zona con Medicina Familiar No. 46 del IMSS denunciaron públicamente la falta de especialistas y la mala calidad en la atención, situación que ha puesto en riesgo la vida y estabilidad emocional de enfermos y sus familias.
Una de las denuncias más recientes proviene de la familia de una mujer que ingresó desde el viernes pasado por un preinfarto, y que hasta este lunes fue subida a piso con la promesa de ser revisada por un cardiólogo. Sin embargo, ya en hospitalización se les informó que no había cardiólogo disponible en el hospital.
“Mi suegra lleva días con ansiedad, con miedo de que le pase algo si no hay médicos. Nos dijeron que la vería un especialista y resulta que no hay. Desde el viernes estamos esperando después de que el electrocardiograma salió mal”, compartió uno de los familiares.
Durante la misma estancia, relatan que presenciaron un caso aún más doloroso: una paciente que sufría intensos dolores, presuntamente por cáncer, y que pedía auxilio sin recibir medicamento para calmar el sufrimiento.
“Estaba vomitando sangre, pidiendo ayuda, y la respuesta era que no había indicaciones para darle nada. Murió sin acompañamiento familiar y sin siquiera recibir analgésicos para su dolor”, narraron con indignación testigos del hecho.
Los denunciantes aseguran que el personal de enfermería se mostró indiferente e incluso grosero ante la desesperación de familiares y pacientes, lo que aumenta la percepción de abandono y negligencia en el hospital.
Esta situación revive las críticas al sistema de salud pública en La Laguna de Durango, particularmente al IMSS, donde las quejas recurrentes son la falta de especialistas, retrasos en atención y escasez de medicamentos.
Los familiares piden la intervención urgente de las autoridades del IMSS y del gobierno federal para revisar lo que ocurre en el hospital 46 y garantizar una atención digna.
“No se trata solo de estadísticas o de camas, se trata de vidas. Hoy es mi suegra, mañana puede ser cualquier otra persona”, concluyó el denunciante.
