
Harfuch aplaude expulsión de Hernán Bermúdez desde Paraguay
Ciudad de México / Asunción, Paraguay. – Hernán Bermúdez Requena, alias El Abuelo o El Comandante H, exsecretario de Seguridad de Tabasco, fue detenido en Paraguay y posteriormente expulsado a México, donde es señalado como presunto líder de la organización criminal La Barredora.
El operativo se realizó en el barrio Surubi’i, en Asunción, donde Bermúdez residía en una casa de lujo con alberca desde marzo de este año. La Secretaría Nacional Antidrogas (SENAD) y la Dirección Nacional de Migraciones confirmaron que su permanencia en el país era irregular, por lo que se procedió a su detención y entrega inmediata a las autoridades mexicanas.
De acuerdo con la información oficial, la expulsión se llevó a cabo en coordinación con la Fiscalía General de la República (FGR) de México, que envió un avión Bombardier Challenger 605 para trasladar al exfuncionario. A su llegada, fue ingresado al Cefereso 1 de máxima seguridad, donde enfrentará procesos por extorsión, secuestro, narcomenudeo y asociación delictuosa.
En Paraguay, el procedimiento fue oficializado ante un juez, con la presencia del fiscal adjunto de Asuntos Internacionales y del director nacional de Migraciones. La decisión se basó en la falta de documentación migratoria legal, aunque también se destacó que Bermúdez figuraba como uno de los principales objetivos criminales de México y tenía una alerta roja de Interpol vigente desde julio.
El presidente de Paraguay, Santiago Peña, declaró que “Paraguay no será refugio de criminales”, y agradeció la cooperación con México para frenar el crimen organizado trasnacional. La prensa paraguaya, por su parte, cuestionó cómo un prófugo internacional pudo establecerse en un complejo residencial exclusivo sin ser detectado durante meses, lo que abrió un debate sobre los controles migratorios y de seguridad en el país.
En México, el secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, reconoció públicamente el apoyo del gobierno paraguayo y aseguró que la detención de Bermúdez refuerza la política de “cero impunidad”.
El caso no solo marca un avance en la cooperación internacional en materia de justicia, sino que también exhibe los retos que enfrentan los países receptores al reforzar sus fronteras y controles migratorios. Para México, representa la caída de un exfuncionario señalado como generador de violencia, mientras que en Paraguay deja una lección sobre la importancia de cerrar los vacíos legales que permiten la entrada de criminales de alto perfil.
