Informe o pretexto: la lucha por el control político

Dicen que el «primer informe como legislador» de Felipe González e inauguración de su casa de gestión hubiera sido como un «huevo sin sal», pero se salvó cuando le hicieron creer que fue «el conciliador». Sin embargo, más bien fue «el pretexto» entre el estado y el municipio para medirse cara a las elecciones del domingo de la CNA y qué grupo se llevará el poder del PRI estatal y municipal.

En política, los gestos a veces dicen más que los discursos. Y en este evento del pasado jueves, las miradas y las posturas de algunos actores políticos dejaron entrever lo que muchos sospechan. Aquí, a diferencia de Morena Coahuila, en el PRI muestran unidad, al menos para las fotos.

El representante del gobernador fue el subsecretario general de Gobierno y Comunicación Institucional, el joven Diego Rodríguez, quien, dicen los malquerientes, tras su discurso recibió aplausos y hasta ovaciones en un sector que creían dominado por la gente del alcalde, quien reapareció en su ciudad en el día de su cumpleaños. Dicen que Román aplaudía con una lentitud en sus movimientos, pero con la mirada fija en el reloj invisible de la impaciencia. La obligación se notaba en su porte, y al primer descuido, su atención se desvió a otras interacciones, como saludar a las lideresas para no interactuar con Diego, quien también es secretario de Operación Política del PRI en el estado.

Este evento, a decir de todos, tiene más valía pues Felipe se la pasa más en Torreón que en Saltillo, donde debería estar legislando, puesto que obtuvo su curul gracias a ser suplente de Hugo Dávila, quien dejó votado ese lugar por irse de candidato federal y, tras perder, aceptó ser delegado de Mejora en Torreón.

También estuvo presente el vicealcalde de Torreón, Ernesto Cepeda, la mano que mece la cuna en el ayuntamiento y sobre su padre. Al evento acudió casi todo el gabinete municipal y hasta los que no ha nombrado Cepeda. Como tres amigos inseparables estaban Pepe Ganem y Ariel Martínez junto a Neto Cepeda, quienes se movían en conjunto.

Casi todos los directores y regidores hicieron acto de presencia, algunos con entusiasmo y otros con la resignación de quien ya conoce el libreto. Y es que apenas arranca el proceso y los movimientos empiezan a revelar intenciones. Desde ya, la promoción de Felipe como eventual candidato a la presidencia municipal tiene a los mismos de siempre acomodándose para no quedarse fuera de la jugada. Porque en política local, la supervivencia no es casualidad, sino estrategia.

A quien se le vio como un funcionario de relleno fue a Víctor Navarro, titular del Sistema de Mantenimiento Vial, quien no disimuló su apoyo servil a Felipe. En la política local, las lealtades se olvidan, bueno, a veces.

El director de Tránsito y Movilidad, Luis Morales, optó por la discreción, colocándose en la retaguardia, lejos de los reflectores, aunque sin dejar de estar presente. También estuvieron Verónica Martínez, presidenta actual del PRI Torreón, quien parece más una porrista de Román y su ayuntamiento, pero esa ya es otra historia, y en el Bastón de Mando del lunes lo abordaremos.

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