Román, ¿cómplice de montajes y cazas de brujas?

Según los cazacuenteros digitales de la Policía Municipal de Torreón, a las 4:48 de la mañana del sábado, en la calle Aldama, se recibió un “reporte ciudadano”: una pareja realizaba actos extraños con fuego. El parte policiaco extraoficial, digno de un libreto de horror gótico, mencionaba a personajes como “Alma, la Diva Ps1cóp@ta” y “El Caballero Bajo la Noche”. Un performance callejero que, según el guion policiaco, incluía invocaciones a Lucifer, objetos ardientes y celulares grabando a los uniformados.

Lo que no dijeron es que lo verdaderamente satánico ocurrió después: la viralización intencional de los videos por parte de los propios policías, como cortina de humo para distraer del infierno que arde dentro de su propia corporación.

Porque sí, les ardió. Les dolió que circularan imágenes donde se les exhibía usando fuerza excesiva contra una pareja indefensa. Y, como en los tiempos de la Santa Inquisición, cuando no se puede justificar la brutalidad… se inventa una bruja.

Alma, una de las detenidas, rompió el silencio en redes sociales y desmintió la narrativa oficial:

“Íbamos camino a casa cuando se nos cayó un vapeador. Al buscarlo, una patrulla acusó a mi pareja de orinar en la vía pública, sin pruebas. Comencé a grabar cuando lo estaban sometiendo y eso desató su furia. Me golpearon en la cara, me apretaron el cuello, entré en crisis de ansiedad. A él lo ahorcaron entre cinco elementos. Nadie nos quiso decir sus nombres. Se burlaban diciendo: ‘Nadie les va a creer’.”

Y tal como lo predijeron sus agresores… hubo quienes no creyeron. Pero también quienes sí lo hicieron: respaldando a los “satánicos”. Porque si grabar una golpiza ya es brujería, entonces la Policía necesita más exorcistas que patrullas.

Por cierto, Alma no es ninguna improvisada. Es una joven altruista, rescatista, con discapacidad auditiva y ampliamente reconocida por su labor comunitaria. Como confirmaron personas cercanas a este medio: es “muy chambeadora”.

Este caso no es un hecho aislado. Es apenas una muestra de cómo, en Torreón, la justicia se escribe con difamación, mientras los verdaderos montajes se orquestan desde el escritorio del comisario César “Dumbo” Perales: el único que no flota por magia, sino por lodo.

Hace unas semanas, la Policía de Torreón fue meme nacional cuando un detenido esposado se les escapó. Pero lo tragicómico pronto se tornó siniestro: el montaje contra Gabriel Legorreta, asesor del único regidor incómodo de Morena en el Cabildo,Gabriel Francisco, pupilo del expriista Shamir Fernández.

A Legorreta lo detuvieron junto a su hijo —trabajador del Ayuntamiento— un sábado por la tarde. Fuentes internas aseguran que se usaron las clásicas bolsitas de “cristal” para fabricar un caso. Días antes, ya habían «sondeado» su domicilio. El propio Perales habría estado presente durante el operativo y la “gira de intimidación”: traslado en camioneta, separación del padre e hijo, y una escenificación frente a City Club, sobre bulevar Revolución.

Los mismos policías que no llegan a tiempo a riñas ni a reportes en colonias violentas, sí tienen disponibilidad para acompañar a los de Vialidad en operativos “antialcohol” en zonas de cajeros automáticos, donde —según denuncias ciudadanas— escoltan a conductores ebrios para retirar hasta $15,000 pesos, a cambio de evitar la multa, la grúa y la detención.

“Deberían hacerles el antidoping a los de arriba, no a los que van manejando. Porque la fiesta, esa sí está en las camionetas oficiales”, dijo un conductor afectado.

Pero las quejas ciudadanas no son las únicas. Agentes también denuncian que deben pagar hasta 800 pesos diarios por patrulla, además de costear su equipo: uniformes de $1,500, botas de hasta $2,400 y chamarras de $800. Ante esta carga, muchos recurren al cobro de piso, y operativos selectivos, sobre todo cerca de cajeros automáticos.

Y si el varón policía sufre presión financiera, la mujer policía carga además con acoso, misoginia y violencia interna.

Las acusaciones contra César Perales incluyen abuso de poder, corrupción, acoso laboral. Pero no pasa nada. Todo se maquilla. Todo se justifica. A muchos ya les urge que se jubile, para que se retire a su quinta en su natal Chávez.

Publicidad chatarra, contratos de oro y la red de intereses bajo la mesa en Torreón

Como se prometió en la columna El Espresso del Día, hoy volvemos a enfocar la lupa sobre la dependencia que, paradójicamente, debería tener el perfil más bajo del gobierno municipal y, sin embargo, se ha convertido en protagonista de escándalos y corrupción: Comunicación Social del Ayuntamiento.

¿Qué intereses se cuecen en esa cocina oscura? ¿Qué pacto une al director de la dependecia, Yohan Uribe, #LordFragmentado, con la empresa ROCAR DE LA LAGUNA S.A. de C.V. y su desangelado portal lagunarecomienda.com?

Porque hay que decirlo con claridad: 3 millones 480 mil pesos anuales por un sitio que ni Google localiza… no es estrategia de comunicación, es una burla institucional. Y si eso no fuera poco, se le suman 2 millones 320 mil pesos adicionales por “contenido en redes sociales”. ¿Qué se difunde ahí? ¿La cura del cáncer en reels?

La sospecha se agrava cuando se comparan esos montos con lo que reciben la !prensa amiga. Entre la “chiquillada”, el promedio mensual es de 25 mil pesos con IVA. . Pero lo alarmante no termina ahí: también hay operadores que, además de facturar, trabajan desde las sombras para socavar medios considerados “incómodos”.

El historial de Uribe, quien cobró por calentar la silla en un periódico regional mientras afinaba su labia, hoy dinamita desde dentro a los medios grandes. Ya se cobró a la gerente de publicidad de su antigua casa editorial, tras reuniones fuera de protocolo en lugares como La Garufa, lo que derivó la quitaran de jefa. En l mismo modus operandi: se reúne en lo oscurito con reporteros y editores, especialmente de Saltillo, ofreciéndoles “apoyos” e información privilegiada, siempre que no lo incluyan en la jugada oficial. todo mientras cobran a escondidas del patrón.

En su obsesión por conseguir convenios para su propio portal (contravía.com), busca limar asperezas con excolegas o sumar medios emergentes a su causa, siempre con el objetivo de frenar a quienes ve como amenazas: ya otros que mantienen su independencia editorial.

Pero más allá del saqueo presupuestal, lo que realmente estremece es el ambiente de tortura psicológica que impera dentro de Comunicación Social. Empleados lo siguen describen como un infierno laboral donde los castigos son silenciosos: te cambian de lugar sin previo aviso, te quitan tu computadora, te relegan a tareas irrelevantes o te aplican la ley del hielo como método de presión.

Ahí está el caso del titular de imagen institucional, congelado en vida que hasts peligra cada cabello que tanto cuida. Un día a cargo del contenido visual, al siguiente más frío que un cadáver en la morgue.
¿El presupuesto es botín, la publicidad herramienta de intimidación, y la lealtad se paga con facturas autorizadas?

¿Quién revisa los contratos? ¿Quién audita estos gastos? Hoy, Torreón no sólo está herido por la inseguridad y la corrupción tradicional. Está secuestrado por un sistema mediático donde los aliados cobran, los críticos son marginados, y la narrativa se manipula desde el sótano oscuro de Comunicación Social.

Mi querido Torreón, un lema que quieren enterrar. Hoy ya no se trata de quién te gobierna, sino de quién se enriquece mientras tú pagas la cuenta.

Es una verdadera tragedia política. Muchos creyeron en el proyecto de Román Cepeda. Le apostaron su tiempo, su trabajo y hasta su propio dinero en campaña. Pero llegaron las mentes siniestras, enfermas de poder, y empezaron a desmantelar direcciones completas. Egos, rencores, desórdenes mentales y sed de control convirtieron están convirtiendo ena la prersidencia en un campo de guerra silenciosa.
Mientras todo esto ocurre, nuevamente el alcalde guarda silencio. No investiga. No sanciona. No actúa. Su mutismo no es ignorancia: se vuelve ecomplicidad, denuncian los propios ciudadanos y funcionarios

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