
¿Mery a Torreón o al Poder Judicial? El PRI cocina su interinato a fuego lento

Un día, un político lagunero me dijo con cinismo de cantina: “Político que se enoja, pierde”. Y tenía razón. Lo que no me dijo es que también pierden los que se dejan seducir, chantajear o arrastrar con la lengua por el betún del poder.
Esta semana, en una casona de la colonia Torreón Jardín, se llevó a cabo una de esas reuniones que solo huelen a dos cosas: reestructura o despedida. Ahí, en círculo cerrado, sin cámaras y con carne asada (dicen), se alinearon los astros políticos del priato coahuilense: el gobernador Manolo Jiménez, su antecesor Miguel Riquelme, hoy senador, su eterno escudero Xavier Herrera, el presidente del Poder Judicial, Miguel Mery Ayup, operadores del tricolor y el todavía alcalde de Torreón, Román Alberto Cepeda.
El gobernador no mencionó a Mery Ayup, pero sí gana en la elección del Poder Judicial, se espera que se haga a un lado y su suplente ejecute el plan Saltillo: controlar la gubernatura, el Congreso, la Fiscalía y el Poder Judicial.Ya no se trata de gobernar; se trata de blindarse.
Según el guion oficial, la elección judicial en Coahuila de este 1 de junio es austera, limpia y con candidatos sin vínculos con el crimen organizado. ¡Vaya alivio! Porque en otros estados sí se les cuelan metanfetaminas, notarios lavadores y jueces reciclados. Aquí, en cambio, los candidatos a magistrados solo tienen vínculos con el PRI, el PAN o son parte del gabinete actual. Tranquilos, todo en familia.
Ahí están en la lista:
- Miguel Mery Ayup, cuestionado y respaldado por todos los poderes (¡eso sí es consenso!)
- Jesús Homero Flores Mier, exfiscal anticorrupción… con trabajo fuertemente cuestionado (eufemismo para “no hizo nada”)
- Magdalena López Valdez, excomisionada de Atención a Víctimas, cuestionada por las propias víctimas
- Valeriano Valdés Cabello, consejero jurídico de Manolo, que como buen operador, cayó parado en la terna
¿Mérito judicial? No importa. Aquí lo que vale es la lealtad,. El examen de idoneidad fue revisado por el mismo Poder Judicial.
El interinato en Torreón: la pieza que falta
Todo esto tiene una meta clara: Torreón. La identidad del próximo alcalde interino está, una vez más, en manos de un grupo de políticos que pueden ser seducidos, golpeados o chantajeados. O todo a la vez. Román Cepeda, entre el desgaste, los pendientes de y los rumores de su salud, parece estar dispuesto a dejar libre la silla. No se trata de ceder por nobleza, sino por estrategia: liberar la plaza antes de que la presión lo rompa.
Que nadie se espante. Esto es parte del manual: cada gobernador quiere control total y Coahuila no es excepción. Solo que aquí se hace con más elegancia, con asado de por medio y sin dejar huellas de grasa en las servilletas.
Mientras tanto, los aspirantes a jueces y magistrados hacen “campañas austeras” de menos de 50 mil pesos. ¿Dónde hemos oído eso antes? No hubo espectaculares, pero sí redes sociales, bots con toga y magistrados influencers que juran independencia, pero llevan tatuado el escudo de sus partidos.
La elección será histórica, dicen. Y sí, pero no por lo democrática. Sino porque terminará de pintar el tablero con los colores del poder que no cambia, solo se reinventa.
En Coahuila, el bastón del mando no se entrega: se hereda.
El verdadero peligro para el PRI viene desde dentro
Verónica Martínez, diputada federal y líder priista en Torreón, cercana a Román Cepeda, también quiere el interinato y se dice que ha bloqueado los acuerdos para apuntalar a Mery Ayup. Lideresas de seccionales, sin pagos completos desde hace meses como les prometió el gobernador, afirman que el dinero entra al banco de madrugada por Santander y desaparece a las 4 a.m., bajo el pretexto de “problemas con el SAT”.
La relación con Verónica es tensa; ni siquiera les han informado sobre el proceso del 1 de junio y, como burla, recuerdan que en Navidad solo recibieron una gorra. Ya no quieren más “huevo San Juan”.
Otro polvorín encendido es Hugo Dávila, representante de MEJORA en La Laguna, quien —según empresarios— aprovecha cada reunión para avivar el TUCOM lagunero: Todos Unidos Contra Mery.
Después del 1 de junio surgirán nuevas preguntas:
- Si Mery gana, ¿realmente dejará su cargo en el Poder Judicial por un ayuntamiento endeudado?
- ¿Román renunciará por salud o para eludir alguna investigación?
- ¿O intentará primero asegurar el contrato de alumbrado público y aclarar el destino del nuevo crédito millonario del SIMAS?
Se estima que la sucesión ocurra en julio, y después vendrá otra batalla: las candidaturas a diputaciones federales y locales. Hay más aspirantes que sillas… y los cuchillos ya están sobre la mesa.