Los uniformes del recuerdo y la resistencia… pero ¿y el juego?

Torreón.– Santos Laguna sacó a la luz sus nuevos uniformes para la temporada 2025-2026 con todo y esa narrativa que encanta a cualquiera: homenaje al Clausura 2012, dunas de Bilbao como símbolo de resistencia y hasta un jersey salmón para “reconocer el apoyo de la afición”. Todo muy bonito, muy Instagram, muy “orgullo lagunero”.

Pero, seamos sinceros, ¿qué tanta historia y poesía se traducen en goles, títulos y juego efectivo? Porque presumir que el jersey local es un guiño a la remontada contra Tigres suena más a un recuerdo nostálgico que a un presagio de gloria. ¿Cuándo veremos algo igual de poderoso en la cancha?

La camiseta visitante, con su inspiración en las dunas y el desierto, suena romántica, sí. Pero también es el recordatorio de que esta temporada muchos jugadores deberán ser tan resistentes como esas dunas si quieren sobrevivir a la exigencia del torneo. Y ese uniforme salmón de portero… ¿un reconocimiento a la afición? Más bien parece un llamativo intento de distraernos del hecho de que la portería sigue siendo un problema.

Por si fuera poco, la ceremonia con leyendas como Oswaldo Sánchez y Oribe Peralta es un emotivo guiño al pasado glorioso, pero una señal clara de que el presente del club necesita ese empuje para dejar de ser mera postal.

El club ya tiene las camisetas a la venta, y la afición podrá lucirlas con orgullo —eso es indiscutible—, pero también debería exigir que el equipo salga a jugar con la misma pasión y sentido de pertenencia que intenta reflejar en tela.

Porque en Torreón, el orgullo no se viste solo; se gana partido a partido.