
Chaplin enterró su fortuna en el jardín: hoy vale más de 500 millones de dólares

La historia parece sacada de un guion cinematográfico, pero ocurrió en la vida real. En 1952, Charles Chaplin, perseguido por el gobierno de Estados Unidos debido a sus posturas políticas, temía que le bloquearan el acceso a su dinero. Ante ese panorama, tomó una decisión insólita: enterró parte de su fortuna en el jardín de su casa en Beverly Hills.
El plan incluía a su joven esposa, Oona O’Neill, hija del Nobel de Literatura Eugene O’Neill. Ella fue quien, con discreción, rescató aquel dinero y lo transformó en billetes de alta denominación. Luego, escondidos en el forro de su abrigo, los llevó consigo rumbo a Europa, donde la familia se establecería tras el exilio del actor.
Chaplin murió el 25 de diciembre de 1977 en Suiza, a los 88 años. Su viuda heredó una fortuna valuada en al menos 100 millones de dólares de la época, que hoy equivaldrían a más de 533 millones de dólares ajustados a la inflación.
Más allá de la cifra, la historia refleja no solo el ingenio y la desconfianza de Chaplin, sino también el rol decisivo de Oona, quien supo resguardar un legado que trascendió las pantallas. Una herencia que, como en sus películas, combina humor, drama y un toque de genialidad.