
Chapulines en campaña: Ricardo Mejía y aliados reviven por las elecciones

En Coahuila, hay personajes políticos que solo aparecen cuando “llueve” presupuesto o se avecinan elecciones. Son como esos bichos que nadie ve durante años… hasta que cae la primera tormenta. Ahí están, saliendo de debajo de las piedras.
Ahí está Ricardo Mejía Berdeja, el Chapulín inmortal, que tras brincar de partido en partido volvió a salir de su madriguera en cuanto olió la humedad electoral rumbo al 2026. Y junto a él, Diego del Bosque, quien juraba nunca más verlo… pero que hoy lo recibe como si fueran compadres de toda la vida.
Lo curioso es que estas “reconciliaciones” siempre brotan justo cuando hay cargos por repartirse. Como larvas políticas que completan su ciclo natural cuando llega la temporada de votos.
¿Unidad en la 4T coahuilense?
Lo que hay no es unidad, sino reciclaje, amnesia selectiva y una desesperación apenas disimulada por no quedarse fuera del reparto del 2026.
El supuesto “reencuentro” entre Diego del Bosque, dirigente estatal de Morena, y Ricardo Mejía, ahora “líder moral” del PT en Coahuila y eterno apóstol de la transformación (según él mismo), es el nuevo capítulo de la telenovela política local.
En diciembre de 2022, Diego presumía el nombramiento de Mejía como subsecretario de Seguridad Pública, cortesía de AMLO. “¡Tiembla el PRI en Coahuila! Ricardo será el representante del presidente. ¡Hay banderas de unidad!”, escribió.
Pero apenas cinco meses después, lo desconocía públicamente: “Mejía miente. Usa el nombre del presidente sin autorización. No representa a Morena”.
¿El pecado? No haber ganado la encuesta interna por la gubernatura —esa que nadie vio, pero todos dudaron— y brincarse al PT como quien se cambia de calcetines.
Resultado: el “caballo negro” terminó galopando al despeñadero.
Tres años después, reaparece abrazado con Diego… como si nada hubiera pasado. Y para colmo, Diego hasta escribió: “Excelente reunión con Ricardo Mejía. La 4T debe ir en unidad”.
Traducción: “Nos urge no quedarnos fuera del presupuesto electoral”.
El Chapulín inmortal
Ricardo Mejía ha militado en más partidos que un vendedor de seguros: PRI, PRD, Convergencia, PAN (sí, con Ricardo Anaya), Morena y ahora PT. ¿Ideología? La del cargo disponible. Torreonense por estrategia, acapulqueño por residencia, solo pisa Coahuila cuando hay elección… o licitación.
Con calzador logró colarse en una curul plurinominal en 2024, ese cómodo cargo sin votos populares pero con presupuesto y fuero.
Infraestructura: proyecto, supervisión y ejecución (con amigos)
Desde su silla legislativa, Mejía preside la Comisión de Infraestructura en San Lázaro. Y no solo quiere asignar obras: también diseñarlas, supervisarlas y ejecutarlas. Es decir, todo el negocio completo… con su gente.
¿Y quiénes se perfilan para ejecutarlas? Pues sus compadres, sus aliados sindicales y sus cercanos de siempre. Por eso ahora aparece como vocero no oficial de CATEM, el sindicato “alternativo” de la 4T.
Este brazo sindical, liderado a nivel nacional por Pedro Haces y representado en Coahuila por el lagunero Miguel Batarse —empresario más familiarizado con los vales de zapatería que con asambleas obreras— intenta irrumpir justo ahora… justo cuando Mejía vuelve al escenario. ¿Coincidencia? No. Es cálculo. Oportunismo con manual.
Intentaron arrebatarle el contrato colectivo a la CTM de Tereso Medina en la empresa Mahle. La respuesta fue inmediata: denuncias por extorsión en La Laguna y empresarios tocando la puerta de Palacio Nacional.
Y Mejía, que jamás defendió sindicatos ni en campaña, ahora aparece como su protector. No por convicción. Por el contrato.
En las mañaneras vendía “resultados”…
Durante su fugaz paso por la Subsecretaría de Seguridad, intentaron posicionarlo como el “duro” de la 4T.
¿Su legado? Más huachicol, más extorsiones, más homicidios. Un éxito… para el crimen.
Hoy cuestiona los decomisos de huachicol en la misma Coahuila donde busca posicionar al PT. Según el Observatorio Ciudadano de Energía, el robo de hidrocarburos durante el sexenio anterior —gasolina, diésel, turbosina, gas LP, petróleo— generó pérdidas por 24 mil 850 millones de dólares.
Todo bajo la supuesta estrategia que él operaba… y que solo dejó saqueo.
Eso sí, Mejía se fue sin despedirse del expresidente López Obrador.
La 4T en Coahuila no vive reconciliación
Del Bosque y Mejía no se toleran, pero se necesitan. Ambos saben que por separado no llegan a los objetivos
Por eso este “reencuentro”: no por principios, sino por intereses. Por nómina… y mínimo, por las pluris.
📸 Y no solo Mejía…
También reapareció en la escena el ahora morenista y exalcalde priista de Torreón, Jorge Luis Morán. Aprovechó el Día del Abogado para tomarse la foto con personajes clave de la política actual.
¿Mensaje? Que sigue vigente… y que quiere lugar en el 2026.
La duda es ¿si también lo acompañarán sus exsubordinados:Toñito Hernández, hoy director de Fomento Económico, y Yohan #Fragmentado Uribe.
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