El Macondo de Román: lealtades, frases y simulacros

Cien días… de silencio. O el Román que resucitó en campaña y volvió en versión más delgada, pero igual de incendiario.

Como en Cien años de soledad, pero en versión norteña, los primeros seis meses del segundo mandato de Román Alberto Cepeda González se han vivido en un Macondo político: aislado, autorreferencial, donde los funcionarios repiten lealtades como mantras, los proyectos se reinventan como profecías y el alcalde —como un Aureliano de la política lagunera— construye frases en lugar de soluciones.

Hay tradiciones que no envejecen, aunque ya no tengan sentido. Los famosos 100 días de gobierno, por ejemplo, son una costumbre gringa heredada de Franklin Roosevelt, quien, en plena crisis económica, ideó el plazo como presión al Congreso. Napoleón lo inspiró, Trump lo despreció… pero casi todos los gobiernos lo usan como vitrina de arranque.
Todos, menos Román Cepeda.

En abril se cumplieron los primeros 100 días de su segundo mandato. Y aunque el contexto pintaba para un miniinforme —como el que ofreció en 2022 durante su primera temporada— esta vez no hubo ni pastel, ni foto, ni aplausos. Román decidió que no había nada que celebrar.Quizá por sus ausencias, la falta de obra visible… o porque, como Trump, está más ocupado apagando fuegos internos que encendiendo reflectores.

Lo que sí hizo —dos meses después, y bajo el pretexto de “primer semestre”— fue hablar. Pero no ante medios locales, no en un acto público, sino a través de El Siglo de Torreón. Una entrevista pactada, orquestada desde la oficina de Yohan Uribe #LordFragmentado, más como blindaje personal que como ejercicio de rendición de cuentas.

Al más puro estilo del PRI, ha convocado reuniones privadas con regidores y directores: regañó con afecto fingido, reafirmó lealtades, y soltó advertencias disfrazadas de frases institucionales.
Una misa política sin incienso… pero con amenazas.

—“Haz de cuenta que volvió el Román de campaña”, confesó un regidor.
—“Nos dijo, literal: ‘Se la pelan los que me quieren fuera’”, soltó uno de sus directores de confianza.
—“Que ya lo daban por enterrado, pero que trae todas las ganas de jalar”, celebraron otros.

Pero mientras en su burbuja se reparten abrazos forzados, afuera arrecian las denuncias:
El senador Luis Fernando Salazar ya presentó acusaciones ante la FGR y la Fiscalía de Coahuila, por presunta triangulación de recursos en su administración.
SIMAS Torreón está en la mira. Las finanzas no cuadran. Y los rumores sobre su estado de salud corren más rápido que un Razer 2025.

Román, fiel a su estilo, responde con gesto de mártir, frase lapidaria y la promesa de siempre: “jalar parejo”.
Aunque en su propio equipo admiten que no todos jalan… y algunos solo calientan la silla.

Como en la saga de los Buendía, todo tiende a repetirse: intrigas internas, centralismo disfrazado de liderazgo, y regidores que aplauden más de lo que piensan.

Y así, los primeros seis meses de la segundo Román se fueron entre lo mágico y lo trágico.
Entre lo dicho y lo desmentido.

Él jura estar más fuerte que nunca. Pero hoy se ve más ocupado en preservar su legado… que en construir futuro.

Eso sí para sus cercanos : el Román de campaña regresó.
Y lo hizo con todo… hasta con una nueva consigna de guerra:

“Lo que no te mata, te hace más fuerte.”

Una frase bonita, pero peligrosa. Porque el dolor sin reflexión no fortalece: endurece. Y lo que no se corrige, tarde o temprano… colapsa.

Hoy Román se ve más flaco, más precavido, más centralizador. Mientras Torreón arranca la cuenta regresiva, él voló a CDMX con su esposa Selina, dos de sus hijos y un sobrino, lejos del desmadre local. Ese mismo sábado, la Marina y la Policía Estatal reventaban casas de tragamonedas sin avisar al Municipio. Preocupando a la Dirección de Inspección y a la Secretaría del Ayuntamiento… y de rebote.

Como en Cien años de soledad, el poder en este actual Ayuntamiento de Torreón se encierra en su propio laberinto. Y si no rompe su burbuja a tiempo, terminará como Macondo: tragado por el olvido… y por sus propias fantasías.

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