En la jungla de la comunicación social del Ayuntamiento de Torreón, hay un personaje que destaca más por su capacidad de sumar enemigos que por su habilidad para cuidar la imagen de su jefe, el alcalde reelegido, Román Alberto Cepeda. Hablamos de el mejor conocido como «El Fragmentado» debido a sus múltiples personalidades. Recientemente estrenado como director de Incomunicación Social e Imagen, no ha tardado en convertirse en el foco de atención… aunque no por las razones que su posición requeriría.
Se comenta que trae su propia agenda, una que parece contradecir el manual básico de supervivencia de cualquier funcionario: proteger a su jefe y a la administración. En lugar de eso, sus movimientos reviven recuerdos oscuros de su pasado reciente, cuando militaba del lado de la 4T. Los malquerientes no olvidan su cercanía con personajes tan cuestionables como Ricardo Sóstenes Mejía Berdeja, quien, según dicen, todavía reclama 50 mil pesos desaparecidos de aquella campaña. Ni se diga de su paso junto al exalcalde priista devenido en morenista, Jorge Luis Morán Delgado, conocido por su gusto por los autos blindados.
En este tablero político, «El Fragmentado» está desmantelando al equipo que acompañó al alcalde desde su primera campaña. Entre los que ya no verán un peso en la próxima quincena figura Luis Arguijo, conocido como «Benito», un fiel aliado de Román desde sus tiempos como secretario del Trabajo. Según cuentan, «El Fragmentado» vendió cuentos chinos y logró desplazarlo para incorporar a un equipo de redes sociales vinculado a su propio medio, aún en proceso de registro como empresa. En otras palabras, una jugada que no solo elimina a los de confianza del alcalde, sino que también da entrada a novatos sin experiencia política. ¿O será que por ahí están infiltrados personajes de Morena que antes operaban con Shamir Fernández?
¿Le pagará «El Fragmentado» a su nuevo equipo el mismo sueldo «honroso» que ganaban los casi exempleados municipales, o simplemente ajustará los salarios a su alza? ¿Y qué pasará con el excedente de los recortes que está aplicando? La duda queda en el aire, pero lo que sí es un hecho es que también vienen despidos en áreas clave como monitoreo y redes sociales. Como si no bastara, ya circulan rumores sobre violencia de género, discriminación por homofobia y hasta acusaciones de hurto contra ciertos personajes en la oficina. ¿Estamos presenciando el prólogo de un escándalo mayor?
Mientras tanto, «Lady Temu» también está en la cuerda floja. Dicen que ya ni siquiera lamolestan para enviar la agenda y que su tiempo con «El Fragmentado» está contado. Una vez que deje de ser útil, es probable que termine en la larga lista de «ajustados».
Pero lo más intrigante de esta historia es cómo «El Fragmentado» logró enemistarse también con Rosalva Rodríguez Silerio, la líder del sindicato mayoritario del Ayuntamiento., tras eliminar a una funcionaria sindicalizada que gestionaba convenios con la Tesorería. Este movimientopondría < rosalva al borde del estallido, y la situación se agrava con los cambios recientes en SIMAS. El nuevo gerente de la paramunicipal enfrenta el desafío de romper con las prácticas heredadas desde los tiempos de Lauro Villarreal, aunque ha mantenido a César Mario Prieto Landeros en el área comercial, un personaje con vínculos directos con Comunicación Socialen presidencia.
La gran pregunta es: ¿seguirá el alcalde Román Cepeda ajeno e indiferente a lo que sucede dentro de su propio equipo? Las lealtades no se imponen; se construyen. Sin embargo, parece que «El Fragmentado» no ha leído esa parte del manual de lealtades. Si esto sigue así, no nos sorprendería que los bastonazos vengan desde adentro.
Quien parece no detenerse en su recorrido por el territorio coahuilense es la Avanzada Tamaulipeca, pero no malinterpreten: Coahuila está «blindado», o al menos eso dicen. Este movimiento, liderado desde Tamaulipas, tiene en sus filas al hijo del gobernador tamaulipeco, Américo Villarreal, quien funge como activista social. Sin embargo, en tierras coahuilenses,es el súperdelegado de la Secretaría del Bienestar, conocido por sus lazos sentimentales con la senadora Cecilia Guadiana. Así es, la heredera de un apellido que durante años ha resonado en la política estatal.
Este peculiar dúo no solo teje redes bajo el nombre de apoyos sociales, sino que comienza a inclinar la balanza política dentro de Morena en Coahuila. Mientras Cecilia inaugura casas de gestoría que más bien parecen casas de campaña, sus movimientos generan preocupación entre otros aspirantes al Palacio Rosa, especialmente el lagunero Luis Fernando Salazar. Desde la barrera, Salazar observa cómo esta dupla le va comiendo el mandado en la carrera por la candidatura a la gubernatura.
El panorama tomó un giro interesante este viernes, cuando Cecilia sumó a sus filas al exalcalde panista de Torreón, José Ángel Pérez. El torreonense no solo estuvo presente en el corte de listón de la nueva oficina de Cecilia en La Laguna, sino que su presencia simboliza un golpe estratégico en el tablero político local. La región lagunera, históricamente escenario de grandes pugnas políticas, ahora se posiciona como un territorio clave para esta avanzada «gestora».
Sin embargo, hay quienes se preguntan cómo reaccionará la Secretaría del «chaleco verde», Mejora Coahuila, ante este movimiento político-social. Con una estructura que ha sido utilizada para reforzar los programas estatales, podría convertirse en un factor decisivo en este ajedrez político.