En medio de la tormenta de irregularidades que ha azotado la administración de Román Cepeda, la respuesta de los tradicionales «apoyo público» y las acostumbradas declaraciones de personajes como Luis Cuerda y Felipe González ha sido sorprendentemente silenciosa. A diferencia de otros episodios, en los que los mariachis de la política local se hacían escuchar al unísono con las necesidades del poder, ahora parecen haberse quedado callados ante los resultados de la Auditoría Superior, que colocan a Torreón como el municipio con más recursos gastados sin justificación. ¿Qué hay detrás de este silencio? ¿Será que el miedo a arriesgar el futuro político está imponiéndose sobre el deber de aclarar lo que está ocurriendo?
¿Y los mariachis? Callaron. En los últimos enfrentamientos con la administración de Román Cepeda, no ha habido ni una sola intervención pública, ni las famosas «declaraciones orgánicas y serviles» que, como un guion de telenovela vespertina, solían fluir de los labios de personajes como Luis Cuerda o del diputado local más ausente de todos, Felipe González. ¿Así como ellos, otros funcionarios estarán involucrados de alguna manera, o simplemente prefieren no arriesgar su futuro político ante el ruido creciente? Ya sabemos cómo funcionan esas cosas: cuando el riesgo es grande, más vale callar que a que les canten: «las golondrinas» o, peor aún, «el rock de la cárcel», versión mariachi.
Los recientes resultados de la Auditoría Superior lo dejan claro: Torreón lidera la lista de municipios con recursos gastados sin justificación alguna. Y, sin embargo, nadie parece querer hablar del tema mas que el tesorero Óscar Luján, quien salió al paso de la situación con una explicación que ni el más ingenuo de los ciudadanos podría tomarse en serio. Según él, es “normal” que no cuadren las cifras. ¿Normal? En serio, ¿dónde más ocurre eso sin que alguien termine con un par de explicaciones un poco más convincentes? La cuerda floja sobre la que camina Luján parece más un balanceo calculado, pues sus palabras suenan a intento por ganar tiempo mientras se arrastra la discusión. Es curioso, porque este mismo tesorero, quien mantiene su puesto en el borde de la cornisa, también le ha dejado claro a Cepeda las condiciones bajo las cuales seguirá. Quizás sabe algo que los demás aún ignoramos.